La Supercopa de la superpresión
Universidad Católica y Colo Colo definen al campeón de campeones del fútbol chileno, en medio del morbo por el atribulado presente del equipo de Pedreros.
Será el primer gran partido del segundo semestre. Universidad Católica y Colo Colo disputándose el cetro de la Supercopa, que enfrenta al equipo con más puntos en la Tabla Acumulada y al monarca de la Copa Chile. Hoy, al mediodía, en el Estadio Nacional, se busca al campeón de campeones del fútbol chileno.
Será un duelo tenso. Con dos de los mejores elencos de los últimos torneos frente a frente. Albos y cruzados quieren empezar con el pie derecho la nueva temporada y, para eso, deben comenzar dando muestras de autoridad y jerarquía.
Mientras los de la franja intentarán dejar atrás el mal semestre anterior, en el que la lucha por el tricampeonato fue apenas una utopía y la Copa Libertadores un desafío que les quedó grande, el Cacique aspira a resarcir, con un título, el mal sabor que dejó perder la corona durante la primera mitad del año a manos del archirrival, la U, con una épica remontada de siete puntos.
En el equipo de Pedreros, eso sí, la preocupación no es sólo la Supercopa. El compromiso se juega en medio del morbo por el atribulado presente del equipo.
Pablo Guede lo niega, pero las cosas en el camarín que dirige están complicadas desde que cayeron 4-1 ante La Serena por Copa Chile, lo que motivó la renuncia del DT, sólo frenada por Aníbal Mosa, acaso su único y principal soporte en el club por estos días. Y aunque el estratega lo sigue negando, una caída durante esta jornada podría ser definitiva.
Para eso, el transandino apuesta por un Mago. Y es que Jorge Valdivia irá desde la partida, en el que será su reestreno oficial con la camiseta blanca. En Colo Colo confían en que el volante está en óptimas condiciones físicas. Disponible para 90 minutos, incluso. Sobre su espalda recae el peso de la responsabilidad de conducir a los albos a una nueva corona. En sus pies puede estar la tranquilidad que tanto hace falta en Macul.
Para el partido de hoy, Guede no mueve la pizarra. Mantendrá el esquema que ha utilizado hasta ahora, con Valdivia como eje del mediocampo, Baeza jugando al fin en la zona media como acompañante de Valdés, y Figueroa ocupando el carril derecho, en desmedro de Óscar Opazo. En el fondo, Barroso se mantiene como el líbero titular, pese a que en la planificación a futuro de Guede (si es que la hubiera), el zaguero nacionalizado no tiene un espacio.
Mario Salas tampoco variará el modelo de juego que tantos réditos le ha dado durante el último tiempo. Luciano Aued, que llegó para reemplazar a Kalinski, pero que juega mejor que su compatriota, acompañará a César Fuentes en la contención. Diego Vallejos, en tanto, completará el bloque ofensivo junto a Fuenzalida y el Tanque Silva.
El ex Audax Italiano tiene a todos gratamente sorprendidos en Las Condes. Su capacidad de jugar por todo el frente del ataque, así como su compromiso táctico con el equipo, son cualidades que, en principio, le otorgan ventaja sobre Jeisson Vargas, que sigue trabajando para recuperar la confianza del Comandante y que, hoy, se quedará en el banco de suplentes como arma de reserva si es que el partido requiriera de su habilidad para romper el cerco defensivo rival.
Las cartas están en la mesa. Todo listo para la Supercopa de la superpresión.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.