La Troika analiza el rescate a Irlanda antes de los presupuestos para 2013
A través de la aplicación este año de un duro plan de ajuste y recortes, valorado en 4.200 millones de euros, Irlanda debería ser capaz de cerrar 2012 reduciendo su déficit público hasta el 8,6% del Producto Interior Bruto, tal y como le exige el organismo. <br>
La tríada del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI iniciará este martes su octava revisión trimestral del rescate a Irlanda, dos meses antes de que su gobierno presente los presupuestos de 2013, clave para la marcha de su programa de ayuda.
El ejecutivo de Dublín confía en que, como en los anteriores análisis, la troika de inspectores certifique los progresos logrados para cumplir con las condiciones marcadas en el recate concedido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en noviembre de 2010, cuantificado en 85.000 millones de euros.
A través de la aplicación este año de un duro plan de ajuste y recortes, valorado en 4.200 millones de euros, Irlanda debería ser capaz de cerrar 2012 reduciendo su déficit público hasta el 8,6% del Producto Interior Bruto, tal y como le exige la tríada.
No obstante, algunos expertos aseguran que las modestas previsiones de crecimiento para el próximo año obligarán al gobierno a acometer más reformas e introducir nuevas medidas de austeridad para poder rebajar en otro medio punto su déficit público en 2013, hasta llegar al objetivo del 3% fijado para 2015.
El Banco Central de Irlanda ha pronosticado que la economía nacional crecerá un 0,5% durante 2012, lo que rebaja en dos décimas sus propias previsiones y las del gobierno del pasado julio, mientras que para 2013 prevé un crecimiento del 1,7%.
La troika ya ha expresado en anteriores análisis que los salarios del funcionariado irlandés se sitúan entre los más altos de la zona euro y deben rebajarse para poner orden en las finanzas públicas.
Esta cuestión choca con el llamado Acuerdo de Croke Park, firmado entre los sindicatos y el anterior gobierno, derrotado en las urnas en febrero de 2011, para permitir acometer reformas en el sector público a cambio de que no se modifique la escala salarial.
Al parecer, en su octava revisión, los inspectores podrían ya poner sobre la mesa un plan concreto para obligar al ejecutivo de Dublín a operar sin las restricciones que, en teoría, le impone el citado acuerdo.
Según informan algunos medios, la troika considera que el gobierno está evitando una reforma radical del funcionariado a través de los recortes impuestos sobre los servicios públicos y del aumento de la presión fiscal.
Fuentes oficiales también indicaron hoy a Efe que entre los asuntos que abordarán ambas partes figura el "déficit presupuestario irlandés", que continúa siendo el más alto de la zona euro.
En este sentido, la troika ha pedido ya al ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas que mantengan un control prudente de los gastos en sus ministerios, en especial, en el de Sanidad.
Por otra parte, el gobierno espera de nuevo que la tríada refrende los avances logrados en la reforma de su sector financiero, cuya deuda de 64.000 millones de euros todavía lastra su política económica.
Mientras tanto, ambas partes continuarán debatiendo hasta el próximo 25 de octubre, cuando se presentará el informe de la octava revisión trimestral, el ofrecimiento de un nuevo pacto de reestructuración de la deuda bancaria de este país.
Los ministros de Finanzas de la zona euro dejaron el pasado julio la puerta abierta a que Irlanda renegocie las condiciones del rescate financiero que solicitó en 2010 para cubrir el agujero de su sector bancario.
El gobierno del conservador Enda Kenny lleva meses insistiendo en esta cuestión, ya que la recapitalización directa permitirá separar la deuda bancaria de la soberana, lo que tendrá un efecto positivo para cumplir con el objetivo de déficit marcado en su rescate.
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