La "U" quiere evitar que se repita su pesadilla con el estadio por décima vez

Hace muchos que los hinchas azules escuchan que el equipo tendrá un estadio. Hoy, pese a los problemas, Carlos Heller asegura que lo lograrán. Estas son historias en las que no se cumplió.




En el anuario 2012 de Universidad de Chile se podía encontrar la maqueta del estadio propio prometido por Azul Azul. Pero ni Federico Valdés ni José Yurazseck, su sucesor en la presidencia de la concesionaria, lograron solucionar el gran problema: encontrar una comuna y un terreno que los quiera y pueda recibir. Cuando Carlos Heller tomó el mando  aseguró que la "U" contará con el recinto antes de que termine su mandato. No tardó en comunicar el lugar y los acuerdos... Pero nuevamenta las dificultades aparecieron.

En abril, Heller anunció que el estadio de la "U" se construiría en Pudahuel y en agosto puso un plazo de 36 meses. Pero no todo ha resultado tan fácil y los tiempos prometidos no se cumplirán.

El anhelado sueño del estadio de la 'U' corre peligro

El ESTADIO MECANO

En los '80, Universidad de Chile compró en Perú un estadio mecano, pensando en una fácil instalación, no encontraron un lugar para colocarlo. Después, los problemas económicos incluso impidieron retirar la estructura, que quedó en bodega de la Zona Franca, en Iquique. Al final, fue rematada.

LA CIUDAD AZUL, EL SUEÑO DEL DOCTOR OROZCO
René Orozco dejó una marca en su presidencia al mando de la "U", entre 1991 y 2004. Uno de los orgullos del polémico doctor eran las 127 hectáreas en Lampa, la Ciudad Azul. El primer equipo alcanzó a concentrar en las cabañas del lugar, pero los jugadores reclamaron y volvieron a los hoteles.

En 1997, Orozco reconoció que el terreno no tenía las condiciones para un estadio y explicó que "estamos conversando con unos financistas sobre este asunto. El estadio podría estar en la Panamericana Norte, en unas 10 o 12 hectáreas, sería como el de Barcelona de Ecuador, con unas 200 suites, y con ellas alcanzaríamos a financiarlo".

CAMPAÑA 
En 1993, el club contrató a la empresa uruguaya Promoval para realizar la campaña "Tiempo de Hacerse Azul". Se buscaban 100 mil socios para financiar la Ciudad Azul, proyecto de 15 millones de dólares en un plazo de 10 años, cuando aún no se sabía que los terrenos no servían para un estadio. Los inscritos participarían en seis sorteos, con premios por casi 10 millones de dólares.

La campaña sólo sumó 24 mil socios y recaudó 158 millones de pesos. Se realizaron dos sorteos y se entregaron dos autos y algunos electrodomésticos. La Corfuch acusó a Promoval de incumplimiento de contrato.

BUSCARON EN PERU
En 1996, Universidad de Chile recibió la propuesta de la empresa peruana Gremco, para construir un estadio como el de Universitario de Lima, con una inversión de 25 millones de dólares. No se concretó nada.

PROPUESTA ELECTORAL
En 1998, Rafael Fazio, ex miembro de la directiva de Orozco, se presentó como opositor en las elecciones con el proyecto "Estadio". Para presentarlo trajo a un expositor extranjero: Toll Dallamand. Aseguraban un recinto de alta tecnología, por 53 millones de dólares.

El estadio se terminaría en dos años y se financiaría en un 80 por ciento con la venta de palcos (993 boxes de 23 metros cuadrados cada uno). Sería para 45 mil espectadores, con un hotel, un centro comercial, restaurantes, áreas verdes y piscina. Como marquesina, el estadio tendría una cubierta de fibra para permitir el paso de luz natural y se ubicaría a 10 minutos del centro de Santiago. Fazio perdió las elecciones.

LA SOSPECHOSA OFERTA DESDE ECUADOR
En mayo del 2000 Ricardo Martola, uno de los dueños de la empresa ecuatoriana Moconsa, que construyó los estadios "Isidro Romero" de Guayaquil y el de Liga Universitaria de Quito (LDU) se presentó a la "U" con una sospechosa oferta. Ofrecía de su bolsillo, y sin costo para la "U", cinco millones de dólares para iniciar la construcción de un estadio similar al de la LDU, para 55.400 espectadores. Contaría con 400 suites, por un valor 50 mil dólares cada una, con las que Moconsa lograría sus ganancias. Nunca se llegó más allá.

ESTADIO EN LOS TRIBUNALES
Zoran Ciric era el representante legal de Pasat S.A., la empresa que a fines del 2002 le ofreció a la "U" un espectacular proyecto. El grupo proponía tomar a su cargo el marketing del club, construir en la Ciudad azul un estadio, un centro comercial y hasta un delfinario. Pero la relación terminó mal.

En enero de 2003 Ciric presentó una querella en el 11° Juzgado del Crimen en contra de Orozco , por apropiación indebida y estafa por 300 millones de pesos. Acusó al nefrólogo de utilizar un cheque de su empresa para amortizar la deuda con la Tesorería General de la República. Orozco respondió que el cheque era a cuenta de una letra que Pasat les debía pagar a los azules por un millón y medio de dólares y que habían solicitado a la Tesorería su devolución a la empresa.

UN ESTADIO ROJO Y AZUL
En 2004 un grupo de inversionistas estadounidenses, pero que representaban a capitales chinos, aparecieron interesados en construir un estadio en Chile, techado y con capacidad para 50 mil espectadores. Ellos se encargarían de levantar el recinto y de usufructuar de él durante 10 años. Se acercaron a Unión Española, pero los hispanos necesitaban un estadio más pequeño, por lo que invitaron a Universidad de Chile. Pero Orozco y Salvador Calera, timonel de los hispanos, no se pusieron de acuerdo.

CON PLATA, PERO SIN TERRENO
Al cerrar su ciclo como presidente de Azul Azul, José Yuraszeck reconoció que fue un error poner plazos al estadio de la "U", ya que no depende sólo del club.

Ya en abril del año pasado, en un comunicado, Yuraszeck explicó que "a la fecha seguimos estudiando 16 posibles ubicaciones. Tres de ellas, situadas en las comunas de Huechuraba, Quilicura y Santiago, requieren  modificar el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), por lo que estas alternativas son los de menor viabilidad. Los otros 13, ubicados en diferentes comunas de la Región Metropolitana, siguen en carrera como alternativas posibles para edificar el tan anhelado estadio y estamos trabajando duro para lograr las modificaciones legales y regulatorias que los gravan".

Agregó que "la ciudadanía no quiere que se construyan estadios en sus comunas. Casi nadie quiere un estadio en las cercanías de dónde vive o trabaja y eso influye e impacta muy fuertemente en las autoridades de todas las comunas".

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