Las claves para enfrentar los días previos a la PSU

Por estos días quienes rendirán la Prueba de Selección Universitaria (PSU) deben dormir bien, descansar e intentar relajarse, para enfrentar el 1 y 2 de diciembre el examen que puede marcar el futuro de sus estudios. Pero al contrario de eso, muchos tienen problemas para dormir, se alimentan mal y viven episodios de ansiedad.

Según los expertos, es crucial seguir algunos consejos que permiten ordenar los últimos días de estudio y repaso de las materias, así como también recomendaciones para manejar los nervios antes y durante la prueba (ver infografía).

"Han existido casos en donde el estudiante conocía todos los contenidos y se esperaba un gran puntaje, pero donde el factor ansiedad lo perjudicó a tal nivel, que su rendimiento no fue el reflejo de todo un año, o a veces dos, de esfuerzo y dedicación", señaló la sicóloga Leonor Corada, coordinadora académica de Tutor Doctor.

Para Corada, es fundamental el apoyo de la familia, tanto para ser un respaldo incondicional "pase lo que pase, como para que el estudiante cumpla su planificación de estudio y de preparación previa.

La coordinadora académica de la Escuela de Psicología de la U. del Pacífico, Verónica Navarrete, dice que un factor importante de presión para los jóvenes son las expectativas familiares respecto al resultado. "Muchas veces son transmitidas inconscientemente por parte de los padres, generando mucha angustia en los jóvenes", planteó.

Navarrete dijo que los padres deben mostrar a los hijos "que el rendimiento en una prueba, en un tiempo y contexto determinado, es relativo y que existen otras opciones de aprendizaje a las cuales se puede acceder en el caso de no obtener los resultados requeridos".

Al momento de dar la PSU uno de los temores de los estudiantes es "quedarse en blanco". Para enfrentar una situación de este tipo,  la directora del departamento de orientación del preuniversitario Pedro de Valdivia, Beatriz Rivera, aconsejó "respirar profundamente por la nariz y botar el aire por la boca varias veces, para luego, poco a poco, ir reconcentrándome en las preguntas o problemas, tratando inicialmente de ir discriminando lo que se pide, evaluar las alternativas y luego, empezar a concentrarse en la información que previamente he estudiado".