Las Semanas Musicales de Frutillar comenzaron en su nuevo hogar
Partió la edición 43 del tradicional encuentro sureño en el Teatro del Lago, después de 12 años de construcción. Y por lo visto, la espera valió la pena.
El flamante Teatro del Lago abrió sus puertas para recibir a las Semanas Musicales de Frutillar. Su sala Espacio Tronador, con capacidad para casi 1.200 personas, se sentía como un regalo recién abierto, con el aroma de la madera revistiendo sus paredes. El lugar por dentro se ve enorme, pero por fuera, en el pequeño poblado que es Frutillar, no sobresale más de lo que podría hacerlo una casa grande a la orilla del lago. Como si hubiera estado allí desde que llegaron a mediados del siglo XIX los primeros colonos alemanes y ya fuera parte del paisaje.
La cita para la partida fue un concierto en la sala Llanquihue al mediodía, detrás del Espacio Tronador y con una vista privilegiada al lago Llanquihue. Minutos antes del inicio un joven orientador –así se le llama a los acomodadores- caminaba por detrás de los pasillos tocando tres notas de un xilófono: "Do, Mi, Sol, Mi, Do". Como un sereno, anunciaba que la música iba a comenzar. Se presentó el dúo Aksak Tacet, formado por los jóvenes guitarristas chilenos Cristián Alvear y Andrés Pantoja. Partieron con un arreglo de la obra de Erik Satie Trois Sonneries de la Rosa + Croix.
"Es una música que busca crear atmósferas, mediativa, que se adapta bien a la guitarra que es un instrumento delicado, en el que hay cuidar el sonido", señaló Cristián Alvear. Luego tocaron piezas contemporáneas de Astor Piazzolla, Leo Brower y el croata Dusan Bogdanovic, y que están incluidas en un CD que lanzarán el 10 de marzo en el Goethe Institut.
En el concierto inaugural, se presentó la Banda Sinfónica de la Fuerza Aérea, formada por instrumentos de viento, en su mayoría bronces y percusión. Primero hubo un discurso de bienvenida y agradecimiento de Flora Inostroza, la presidenta del directorio de la corporación de las Semanas Culturales. En una conversación con La Tercera señaló que el uso del Teatro del Lago era un "cambio radical y la concreción de un sueño. Estamos contentos porque hemos tenido una buena venta de entradas, un poco por la novedad del teatro y también por la programación variada y de alto nivel", explicó.
La Banda Sinfónica sorprendió al público con la Fanfarria para el hombre común de la Sinfonía N° 3 de Aaron Copland. En el escenario había sólo tres músicos: platillos, gong y caja (tambor grande). El director Fabrizzio de Negri les dio la entrada y luego se dio vuelta al público y señaló uno de los palcos laterales. Comenzaron a sonar trompetas, cornos, trombones por todos los lugares del teatro, creando la ilusión de un sonido que corría por toda la sala, de aquí para allá. El público recompensó la presentación con un largo aplauso.
Hoy al mediodía se presenta un dúo de violín y piano, con música de principios del siglo XX. En la noche vuelve la Banda Sinfónica de la Fach, esta vez con un programa de música de películas. En la segunda parte del concierto proyectarán las escenas de los filmes "y tocaremos sincronizados cuadro a cuadro con la imagen, como si se estuviera grabando la banda sonora de la película", explica de Negri. Además habrá un concierto de extensión en Futrono, con entrada liberada, a cargo del dúo Aksak Tacet (20:00 hrs).
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