Lo que le pasa a tu cuerpo si comes sopaipillas todos los días

Un clásico del chileno cuando empiezan las bajas temperaturas es tener antojo de comer sopaipillas. Y es que no tiene nada de malo darse esos gustitos de vez en cuando,  pero lo ideal sería que esto no fuera todas todos los días ni en grandes cantidades.

Esto, pues como explica la nutricionista de Ain Chile Catalina Miranda, el exceso de fritura en la dieta de una persona es perjudicial para su salud. Entonces, los populares carritos que se ven en las calles poco ayudan en la tarea de control de esos antojos.

Conviene, en ese sentido, conocer qué genera en el organismo comer sopaipillas a diario, para así poder tener en cuenta más que la variable del hambre a la hora de elegir las colaciones que se incluirán en la dieta.

Al tratarse de una mezcla donde destaca la fritura y la grasa saturada, Miranda sostiene que consumir sopaipillas en grandes cantidades y periódicamente provoca "problemas inflamatorios internos, que las venas se inflamen y se empiecen a engrosar por causa de la acumulación de colesterol". Además, como la fritura es bastante pesada para el sistema digestivo, el hígado también podría verse sobre exigido por dicho consumo.

Si se considera que muchas veces las sopaipillas que se consumen al paso están bastante industrializadas, se estará comprando un producto que contiene grandes cantidades de sal, por ello, "tendremos un alimento que es alto en grasas saturadas, alto en calorías y alto en sodio", indicó la especialista.

Si bien no hay trastornos que se generen sólo por el hecho de comerse una sopaipilla al día, estos podrían presentarse dependiendo del resto de los elementos que contenga la alimentación de la persona y el ritmo de vida que esta tenga.

"No pasa nada si una vez a la semana se reemplaza el pan del desayuno o el carbohidrato del almuerzo por una sopaipilla (...) Pero si eres una persona que sigue comiendo pan, mantequilla, exceso de queso y además comes esas sopaipillas, te puede traer efectos asociados al alto consumo de esas sustancias", sostuvo la nutricionista.

Personas con problemas a la vesícula, al corazón, de sobrepeso o muy sedentarias, serán de esta manera grupos de riesgo y deberían evitar un alto consumo de frituras y de productos altos en grasas saturadas en general.

Miranda comentó que algunos de los trastornos que se pueden ir notando "son cambios en el sistema digestivo, inflamaciones, alteraciones en la calidad del sueño, se empieza a amanecer más cansado y el cuerpo se empieza a sentir resentido".

Como siempre hay alternativas para seguir disfrutando de las cosas ricas sin dañar la salud, la especialista da algunos consejos que se pueden tener en cuenta.

-Idealmente consumir sopaipillas caseras que tengan mucho zapallo (pues aporta nutrientes importantes) y que sean fritan en aceite que se usa por primera vez.

-Intentar reemplazar el aceite común por aceite de oliva extra virgen.

-Disminuir la cantidad de manteca en la mezcla.

-Siempre quitar el exceso de aceite con papel absorbente.

-Evitar agregarle aderezos muy calóricos. Preferir pebre, palta, mostaza, ají.

-Evitar consumirlas después de la hora de almuerzo.