Los cálculos que rompen la paz en la Roja

Unos 264 millones de pesos es el dinero que se quedaron sin cobrar la mitad de los convocados. Diez millones extra es lo que Bravo, que gana 160 millones al mes, logró con el polémico reparto.




En la Selección cierran las puertas del camarín y la ola de quejas de compañeros y del mismo Sindicato de Jugadores no se escuchan. La fiesta que significó una clasificación histórica para el Mundial de Brasil 2014 se empañó con la polémica que generaron los que tuvieron menos participación en ese proceso, quienes quedaron al margen de cualquier reparto de ganancias por ese logro.

Claudio Bravo, el capitán y principal líder del combinado nacional, tuvo que dar las explicaciones. "Fue una decisión que tomó el grupo", dijo el portero hace unos días, justificando por qué más de la mitad de los colegas que compartieron alguna vez el vestidor de Pinto Durán con él, no vieron una moneda de los 2 millones 700 mil dólares que le entregó la ANFP a los jugadores por llegar a la Copa del Mundo.

Nada profundo, que hiciera entender realmente la medida. Por regla, impuesta por el sector más dominante de la Roja, sólo quienes fueron citados a seis partidos en las clasificatorias pasadas tenían derecho a una porción de la torta. La norma, sin embargo, no se aplicó en algunos casos, como Mauricio Pinilla, Waldo Ponce o Jorge Valdivia, por su cercanía a los pesos pesados del plantel o por su condición de ex mundialista en Sudáfrica 2010. Nadie de la Selección ha explicado por qué se hizo esta distinción.

Como sea, durante el camino a Brasil 2014, entre Claudio Borghi y Jorge Sampaoli llamaron a un total de 61 futbolistas. De estos, sólo 31 se ganó el derecho (a ojos de los que mandan dentro) de cobrar un bono por la clasificación. El asunto generó molestias entre los que se quedaron fuera de la repartición. Enojo manifiesto con expresiones como injusticia, desilusión y arbitrariedad. Braulio Leal y Hans Martínez, en entrevistas con El Mercurio, fueron los más duros en sus reclamos.

Sacando los cálculos, ganancia extra que se repartieron los jugadores de la Roja que sí recibieron el premio llegó 264 millones de pesos. Claudio Bravo, por ejemplo, al sumar 14 partidos en las pasadas eliminatorias, se embolsó cerca de $ 10 millones extras de lo que hubiese acumulado con una distribución para todos los seleccionados durante el proceso. La cifra es menor, en comparación con los cerca de 160 millones de pesos que percibe el golero mensualmente en el Barcelona, sin contar las primas que le tocan en uno de los clubes más poderosos del mundo.

El Sifup espera una reunión entre los referentes de la Roja y quienes reclaman desde afuera. Y Sergio Jadue, presidente de la ANFP, prefiere mantenerse fuera de esta discusión. "Mientras no esté normada la forma de repartir los premios, la decisión es de los jugadores y yo no voy a criticar el cómo lo están haciendo. Nosotros como Federación acordamos premios y los pagamos", expuso ayer el calerano. La paz, sin embargo, está fuera de cualquier cálculo.

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