Los cuatro fantásticos del Dakar
En manos europeas quedaron tres de los cuatro premios de la prueba. El otro fue a Asia.
La quinta y tal vez la última
Es sencillo Marc Coma. Concentrado en su trabajo, profesional, serio y divertido también. El español no tuvo rivales y se quedó con el Dakar, su cuarto de las seis versiones sudamericanas en las que corrió, y por primera vez puede revalidar una corona.
El seis veces ganador de la Copa del Mundo sabe que ser regular es la clave, desde que en 2007 cediera el título a su mayor rival, el francés Cyril Despres. Ganó luego en 2009 y 2011 y ahora llegó el "bi".
Con cinco títulos, alcanzó a Despres y Cyril Neveu y quedó a uno del máximo ganador en motos, otro galo, Stephane Peterhansel.
Casado y con un hijo, extraña el viejo Dakar. En el Atacama Rally le confesó a La Tercera ser "un enamorado de África. La aventura se va perdiendo un poco, pero ir contra esto es imposible".
El catalán tiene 38 años y ya se piensa que seguirá los pasos de Despres en autos. "Creo que al final es el recorrido de uno en la vida", decía en Copiapó. Ayer lo ratificó: "Es una decisión difícil y no la quiero tomar de forma precipitada porque hay que evaluar muchas cosas".
El primero de Rafal Sonik
Rafal Sonik es un apasionado de los quads. Tiene 48 años y corre en este vehículo desde joven, se ha presentado en siete Dakares y recién este año levantó el touareg. Tanto ama esto que en 2010 organizó la primera Federación Polaca y encabeza la armada de ese país en el Dakar.
Supersonik se propuso ganar desde la primera vez de los quads, en 2009, y en las últimas tres ediciones completó un perfecto ascenso: tercero, segundo y, ahora, primero. Es el primer polaco en ganar un Dakar.
El Príncipe del Dakar
Nasser Al-Attiyah es de los grandes personajes del Dakar. Con 44 años, es primo del Emir de Qatar, tiene el rango de Príncipe, aunque su paso por los campamentos está alejado de la pompa y la seguridad que un miembro real pudiese necesitar (a menos que esté bien camuflada).
El qatarí es uno más, sonriente como cualquiera, feliz de llevar a cabo su pasión, celebra su segunda corona dakariana, tras la lograda en 2011, en un Volkswagen.
El imperio financiero de su familia le ha permitido dedicar su tiempo libre al deporte. Al principio optó por el tiro, que lo llevó a cinco Juegos Olímpicos, entre 1996 y 2012, y donde luce un bronce de Londres. Pero aclara: "El tiro es mi hobby; este es mi trabajo".
En los motores fue campeón de Producción del rally mundial en 2006. En el Dakar debutó en 2004 y no se ha perdido ninguna edición.
"Estoy muy contento de haber ganado mi segundo Dakar, como había prometido el año pasado en el podio tras arribar en tercer lugar", dijo ayer tras ganar con Mini, su equipo desde el año pasado.
Rusia no falla en el desierto
Sólo dos etapas ganó Airat Mardeev en el Dakar 2015, pero fue suficiente para conseguir su primer Dakar.
El piloto, de 28 años, nació en la pequeña república de Tartaristán, donde se construyen los camiones Kamaz, la misma que manejó para ser campeón y donde su padre, Ilgizar Mardeev, trabajó. Ambos compartieron un Kamaz en 2009, como piloto y mecánico, respectivamente.
Mardeev encabezó un podio y una categoría dominada por rusos: han ganado 11 de las últimas 13 ediciones del Dakar, todos en Kamaz.
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