Los padres del milagro
Armando Cordero es el mandamás y propietario del club, que cuenta con apoyo de la municipalidad.
Armando Cordero, presidente y dueño de Barnechea, es un tipo directo: "Sentimos que todavía no somos un club profesional, estamos en vías de serlo. Cuatro o cinco años es un período suficiente para convertirse en club profesional", dice este asesor comercial que llegó hace tres años al club, cuando este pasó a ser sociedad anónima. Y aunque actualmente maneja el club con otros dos inversionistas, se quedará con el control absoluto: "Estamos en una etapa de transformación para quedarme con el club", añade el antofagastino, que antes estuvo dedicado al negocio textil.
"En Barnechea, a diferencia de los otros clubes, no entran y salen dirigentes. Hay una pura persona, que soy yo. El objetivo del club es que me represente", acota. Hoy, desembolsa $ 25 millones de pesos mensualmente en la planilla del primer equipo, sin considerar el gasto del cuerpo técnico.
Las concepciones del mandamás se encuentran reflejadas en el Manual de Estilo de la institución, que está en su última etapa de redacción, a cargo de Alberto Herrera, gerente de Comunicación y Marketing del club.
En él, dice entre otras cosas, que "Barnechea aspira a construir y proyectar en sus diversas áreas una doctrina utilitarista, orientada al espectáculo, la cual, a través de un racionalismo metodológico de carácter flexible, vivo, atento a los cambios del entorno, nos permita construir un conocimiento empírico que nos diferencie y nos acerque al pragmatismo".
Cuando el manual esté listo, será entregado a los jugadores, a quienes, además, les enseñan cómo relacionarse con la prensa y le inculcan que lo más importante es el equipo por sobre las individualidades.
Cordero no solo es amante del fútbol, sino que también de otros deportes, como el tenis. De hecho, es amigo del seleccionador nacional, Jorge Sampaoli, con quien practica el deporte blanco en el club Balthus. "Lo conozco desde que estaba en la U, pero nuestro primer acercamiento fue en un club de tenis", explica.
El ascenso del club también fue celebrado en la municipalidad de Lo Barnechea, quienes financian las divisiones inferiores de la institución, desde la Sub 8 hasta la Sub 18.
"No le entregamos el dinero al club, sino que financiamos las cadetes pagándoles a los profesionales de esa área, como los kinesiólogos, o costeando los viajes en bus o las colaciones. En todo eso, gastamos $ 120 millones al año", señala el alcalde Felipe Guevara, quien es presidente honorario del elenco.
A partir de agosto, Barnechea jugará sus partidos de local en el estadio comunal, que fue financiado en su totalidad por el municipio. "Sólo faltan las graderías, pero ya tenemos el O.K. de la ANFP. Tiene un 70 por ciento de avance y cuenta, por ejemplo, con cinco camarines", dice Guevara.
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