Los principales cambios que contempla el plan de cárceles del gobierno

Construcción de cuatro nuevos penales segregados, estímulos para reos de buen comportamiento y un nuevo sistema de construcción de cárceles son algunas de las principales características de esta iniciativa.




El gobierno presentó hoy un plan de reestructuración del sistema carcelario, el cual ha sido impulsado por los ministros de Justicia, Felipe Bulnes y de Obras Públicas, Hernán de Solminihac.

Dicha iniciativa se enfoca principalmente en la segregación de los reos por su grado de peligrosidad, con la construcción de cuatro nuevas cárceles, y en la rehabilitación de los reclusos, ofreciéndoles estímulos de trabajo y estudios.

Entre los principales cambios que contempla este plan de reestructuración del sistema penitenciario en Chile se encuentran:

CUATRO NUEVAS CARCELES

Habrá dos cárceles, para presos de baja peligrosidad. Cada una de ellas tendrá una capacidad inicial para 2 mil 400 internos. Sus dependencias alojarán a los presos en pabellones o dormitorios comunes y tendrán especial énfasis en la rehabilitación, ya que sus instalaciones ofrecerán la posibilidad que el 100% de ellos trabaje. Estos recintos contarán con el mismo estándar de seguridad y control externo que las demás cárceles.

Existirá una tercera cárcel, para presos de alto compromiso delictual. Se trata de una cárcel de máxima seguridad que albergará a cerca de 2 mil internos en celdas individuales y que operará bajo un esquema de funcionamiento interno riguroso. Estará destinada a presos peligrosos, especialmente refractarios a los planes de rehabilitación, que representan un riesgo para los gendarmes y los demás internos y que buscan persistentemente seguir delinquiendo desde la cárcel.

Una cuarta cárcel será un Centro de Clasificación y Derivación de internos. Este recinto tendrá una capacidad para cerca de 2.000 reclusos y recibirá a todo nuevo condenado durante un período cercano a los 30 días para estudiar su perfil criminógeno, su comportamiento bajo condiciones de encierro, su patrón de conducta individual y colectiva, y su disposición a la rehabilitación, entre otros aspectos. Así se determinará la correcta clasificación del condenado y el tipo de recinto definitivo donde debe cumplir su pena

EFECTOS SOBRE EL HACINAMIENTO

Los cuatro nuevos recintos suman 8 mil 800 plazas, a las que se agregan las 1.200 plazas correspondientes a la nueva cárcel de Antofagasta (actualmente en construcción), y cerca de mil plazas más derivadas de las ampliaciones de penales ya existentes.

Es así que la construcción de estas cuatro cárceles permitirá crear más de 11 mil nuevas plazas carcelarias. Este plan significará un incremento histórico de 30% en cuanto a capacidad y disminuirá aproximadamente a 15% la tasa de sobrepoblación, la que en este momento es cercana 60%. Se espera, que a fines de este gobierno haya 46 mil plazas en el sistema penitenciario con una población penal actual de 54 mil reclusos.

Asimismo, el gobierno espera estar en condiciones inmejorables para superar definitivamente la sobrepoblación penitenciaria antes del 2018.

MONTO DE LA INVERSION

El plan anunciado hoy supone inversiones durante el gobierno de Piñera cercanas a los US$410 millones. De éstos, las cuatro nuevas cárceles implican recursos por US$ 320 millones en los próximos tres años. A esto se suman US$40 millones que se destinarán en igual período a la remodelación y ampliación de penales ya existentes, y además, otros US$50 millones extras para la terminación de la cárcel de Antofagasta.

MODALIDAD DE CONSTRUCCION

En la ejecución de este plan han trabajado el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Obras Públicas y Gendarmería. A diferencia del sistema de construcción de cárceles que ha operado durante los últimos años, en el que se entrega en concesión tanto la construcción como la operación de las mismas, para las nuevas cuatro cárceles que se ejecutarán durante este Gobierno se acudirá a un sistema mixto, es decir, se distinguirá claramente la etapa de construcción de la etapa de operación.

En cuanto a la construcción, ésta se efectuará bajo la modalidad de obra pública y serán invitadas a participar para su ejecución diversas empresas constructoras, con la expectativa que la mayor competencia implique los menores costos para el Estado.

Respecto de la operación, se acudirá al sistema de concesión, de manera que una empresa especialista en alimentación, rehabilitación y otras materias (excluida la seguridad que estará a cargo de Gendarmería) se haga cargo de esas funciones. Está previsto, además, que previo un estudio puedan los propios internos asumir algunas tareas como parte de su plan de rehabilitación y trabajo. En este sentido, labores que hoy son concesionadas a empresas externas podrían constituir fuente de trabajo para los propios presos.

LOCALIZACION DE LOS NUEVOS RECINTOS

Estas cuatro cárceles correspondientes a la primera etapa de la nueva matriz penitenciaria se localizarán en la zona central del país, que es donde existe la mayor concentración de internos: 31 mil de los 54 mil presos que hay en el sistema.

Uno de estos penales se construirá en la zona de Panguilemo, Talca. La ubicación de las otras tres cárceles está en la etapa final de análisis de las factibilidades técnicas y sociales.

Estos cuatro nuevos penales se construirán sin perjuicio de las remodelaciones y ampliaciones que se efectuarán durante este período a otras cárceles ya existentes, como, por ejemplo, Iquique, Quillota, Rengo, Concepción y Coihaique.

Además, durante 2013 se definirá el calendario de ejecución de nuevas cárceles para ciudades como Calama, Copiapó y Temuco, entre otras.

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