Maduro lanza noticiero en cadena nacional y acelera hegemonía mediática

El 30 de abril pasado, 11 días después del inicio formal del gobierno de Nicolás Maduro, el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, pidió a los medios de comunicación privados "reflexionar" y "rectificar", porque, según él, no habían cubierto varios días de trabajo del Ejecutivo. "Después se preguntan por qué hay que hacer cadenas" obligatorias de radio y televisión, afirmó en esa ocasión. Cuatro meses después, la advertencia se materializa. El mandatario anunció esta semana que comenzará a transmitir en cadena obligatoria de radio y televisión un noticiero para difundir las actividades de su administración. Mientras Maduro enmarca el proyecto dentro de lo que denomina "una nueva modalidad de comunicación" de su gobierno, expertos venezolanos acusan al sucesor de Hugo Chávez de acelerar el proceso de hegemonía mediática del oficialismo.

"Vamos a sacar el Noticiero de la Verdad, para pasarlo en cadena nacional de radio y televisión al mediodía y en la noche, los días que se puedan resumir varias actividades", explicó Maduro durante un acto público con mujeres en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, transmitido a través de Venezolana de Televisión (VTV). Según el presidente, los medios de comunicación privados "invisibilizan" los "logros" de su gestión, y es por eso que a través de este nuevo informativo todos los venezolanos podrán tener dos ediciones diarias con noticias favorables al chavismo.

Todo parece indicar, sostiene el diario venezolano La Verdad, que al gobierno no le basta con tener seis canales de televisión y la capacidad de poner en cadena nacional a todos los medios audiovisuales cuando así lo considera. En ese sentido, el periódico recordó que recientemente Maduro anunció la creación de VTV Noticias, VTV Comunas y VTV Deportes, así como un proyecto para producir y exportar telenovelas. Además, recuerda la agencia France Presse, el gobierno posee una treintena de radios comunitarias y varios diarios de circulación gratuita, que difunden intensamente su gestión.

Si bien durante los 14 años de mandato de Chávez salieron del aire RCTV y 32 emisoras de radio, Maduro, en apenas cuatro meses de gestión, "ha avanzado a gran velocidad con el cerco a la prensa independiente por distintas vías, como la compra de medios por parte de presuntos testaferros del oficialismo y la coacción a las compañías operadoras de televisión por cable para sacar de su parrilla de programación a los canales regionales", asegura La Verdad. Quizás el caso más emblemático es el del canal Globovisión, considerado como la última gran trinchera mediática de la oposición. La estación anunció un giro en su política editorial tras su venta en mayo a inversionistas que, según sectores de la oposición, están ligados a altas figuras del poder. Desde entonces, la emisora dejó de transmitir en directo las intervenciones del líder opositor Henrique Capriles.

Desde que Maduro fue electo en abril, "hemos asistido a un reposicionamiento de la relación con los medios que está marcada por la misma línea del gobierno de Chávez, ahora con más intensidad y otros mecanismos de presión", dijo a France Presse el director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa. "La oposición es invisibilizada para que pierda capacidad de influencia y organización", agrega Carlos Díaz, analista en redes sociales del centro de estudios Gumilla. "Maduro es un presidente con problemas de legitimidad y escasa capacidad de contacto y empatía, en comparación con el fallecido Presidente Hugo Chávez. Todo esto deriva en una torpeza que necesita ocultar, y la única manera es controlando todos los medios de comunicación", argumenta el comunicólogo Oscar Lucien, autor del libro Cerco rojo a la libertad de expresión, quien advierte que "la lógica del gobierno es que no existan medios independientes".

Una opinión coincidente con la de Andrés Cañizález, experto en comunicación política y autor del libro Hugo Chávez: la presidencia mediática, quien afirma que "el ciudadano de Venezuela paulatinamente se ha quedado sin fuentes confiables e independientes de información y puntos de vista diferentes a la lógica gubernamental".

Y Lucien es pesimista sobre el futuro de los medios locales. "Esto es un proceso que se ha venido agudizando. La primera etapa fue contra los medios audiovisuales, pero una vez que se ha concretado la hegemonía en la televisión, luego del cierre de RCTV y la adquisición de otros medios, ahora se avanza hacia la prensa escrita y digital", concluyó.