Mañana dan a conocer sentencia sobre robo de guaguas durante dictadura argentina
Los ex represores Jorge Rafael Videla y Reinaldo Bignone, están imputados en el juicio de un proceso que comenzó a fines de 1996.
La Justicia argentina dictará mañana sentencia sobre uno de los delitos más aberrantes de la última dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983: el plan sistemático de apropiación ilegal de menores.
Los ex dictadores Jorge Rafael Videla y Reinaldo Bignone están imputados en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal Número 6.
También están imputados los ex represores Jorge Acosta, Santiago Riveros, Rubén Franco, Antonio Vañek, Jorge Magnacco, Eduardo Ruffo y Juan Azic y los apropiadores Víctor Gallo y Susana Colombo.
La causa comenzó a fines de 1996 y al momento de ser elevada a juicio oral integró 35 casos de apropiación como ejemplo del plan sistemático de robo de guaguas que implementó la dictadura militar.
De todos estos casos, 26 nietos recuperaron su identidad, mientras otros nueve continúan irresueltos, entre ellos el del nieto de la líder de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Cientos de guaguas y niños fueron apropiados ilegalmente durante la dictadura. La mayoría nació en cautiverio, muchos de ellos en las maternidades clandestinas que funcionaban en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires y en el batallón del Ejército de la localidad bonaerense de Campo de Mayo, entre otros centros ilegales de detención.
Las Abuelas de Plaza de Mayo lograron restituir la identidad a 105 de aquellos niños, hoy adultos, pero todavía continúa en la búsqueda de otros 400.
"Queremos que la condena sea ejemplar", reclamaron Abel y Francisco Madariaga. Francisco recuperó hace dos años su identidad y con ella a su padre Abel, que lo buscaba desde que su compañera Silvia Quintela fue secuestrada en enero de 1977 cuando estaba embarazada. Francisco fue apropiado por Víctor Gallo y Susana Colombo, dos de los acusados en este juicio.
"Quiero llamar a una reflexión de la Justicia en general, de los jueces a los que les toca fallar en particular y de toda la sociedad. La apropiación de un menor, para mí, en este caso 32 años y medio sin mi hijo, es más que un delito de lesa humanidad. Creo que la Cámara de Diputados de la Nación también debería reflexionar sobre este tipo de delitos, que se siguen cometiendo, porque faltan más de 300 nietos por encontrar", declaró Abel al diario "Página/12".
"Cuando se quedaron conmigo eran una pareja hecha y derecha y ella tuvo muchas oportunidades para decirme la verdad. Ahora se hace la víctima", denunció Francisco, quien aseguró que "ellos fueron partícipes de todo este plan sistemático de robo de bebés". "Yo lo viví. Lo mamé", lamentó.
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