Mañana se inicia Conferencia de la ONU Rio+20

El mundo debatirá en Río de Janeiro, en la Conferencia de la ONU Rio+20 sobre desarrollo sustentable, si es capaz de llegar a un acuerdo para generar riqueza y crecimiento económico respetando el medio ambiente y adecuando el consumo a la amenaza del calentamiento global y la degradación de la naturaleza.

El gran temor de los organizadores es que la crisis en la Unión Europea, la situación siria y el aumento del precio de los alimentos y el consumo de energía no renovable opaquen los objetivos de la conferencia, de la cual participarán 115 jefes de Estado a partir del día 20. 

La batalla de fondo es la misma que marca la discusión ambiental 20 años después de la Eco 1992 realizada en Rio de Janeiro y que abrió una conciencia mundial sobre la salud del planeta, la emisión de gases contaminantes y -últimamente- el alerta sobre el calentamiento global.

Es decir, cuánto de la deuda ambiental mundial le corresponde a las potencias industriales y cuánto a los países emergentes, en vías de desarrollo y pobres.

Hasta el momento, apenas el 25% de un documento final tiene acuerdo entre más de 150 países. 

"Será una de las grandes conferencias de la Historia, la que más presidentes tendrá, bajo la presidencia de Brasil vamos a llegar a un resultado bueno estimamos", dijo el secretario de la ONU para la Rio+20, el embajador chino Sha Zukang.

El objetivo, también, es la creación de una organización dentro de la ONU similar a la Unesco, Unicef o FAO, que pueda actuar directamente con los países sobre metas ambientales. 

En la agenda también está la "economía verde", concepto que los países desarrollados y el sector privado buscan imponer mediante creación de mercado de créditos de carbono, por sobre, por ejemplo, la postura brasileña de enfocar en la "inclusión social" y el crecimiento económico.

Las negociaciones se iniciarán mañana entre los diplomáticos y según Sha Zukang "seguirán hasta el último minuto, incluso para que las sigan los jefes de Estado y de gobierno". 

Con la crisis del viejo continente de fondo, entre los europeos se destacará la presencia del primer ministro italiano, Mario Monti; el presidente francés, Francois Holland, quien alertó sobre el peligro de un fracaso porque el foco mundial está en otro lado, y el jefe del gobierno de España, Mariano Rajoy, en medio de la tormenta financiera sobre la banca de su país rescatada por Bruselas.

Ausentes con aviso: la canciller alemana, Angela Merkel, y el premier británico, David Cameron.

Por otro lado, analistas esperan que esta sea la cumbre de los emergentes, de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que represente un nuevo contrapeso mundial por parte de los grandes países productores de alimentos y la encrucijada de crecer bajo nuevos patrones de consumo diferentes a los del siglo XX en los países industrializados.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el iraní, Mahmud Ahmadinejad, serán figuras estelares del encuentro, en un momento en que Teherán continúa en el foco mundial por su plan nuclear y Moscú defiende al gobierno de Damasco frente al conflicto interno de Siria.

El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff presentará el modelo brasileño surgido en los últimos años con Luiz Lula da Silva: la inclusión social mediante la participación activa del Estado y la preservación de la Amazonia. La tala en la selva de la que Brasil posee el 60% se redujo un 77% en 2011.

Será la cuarta conferencia sobre desarrollo sustentable de la Historia, luego de Estocolmo 72, Rio 92 y Johannesburgo 2002.

Estados Unidos no confirmó la presencia de Barack Obama, que está en campaña por la reelección, pero una estadía de pocas horas en Rio de Janeiro del país que más contamina y consume en el mundo no es descartada por Brasil, según informó la TV Globo.

La discusión gira en torno a la negativa de Estados Unidos, Japón y Canadá de incluir en el texto final "responsabilidades diferenciadas" como apunta China, segunda potencia económica mundial, y el grupo de países subdesarrollados G-77.

La Unión Europea apunta a que países como China, India y Brasil, que están en el top ten del PIB mundial, aumenten sus responsabilidades y descarguen en las potencias tradicionales la cuenta a pagar con el planeta.

La ministra de Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, fustigó cierta "miopía ambientalista" presente en Rio de Janiero y defendió que los emergentes impulsen el consumo de productos industrializados nacionales y se mantengan como productores de alimentos.

Paralelamente y a 20 kilómetros de Riocentro, sede oficial, la Cumbre de los Pueblos que agrupa a ONG y movimientos sociales reclamará medidas enérgicas de los países hacia las corporaciones privadas.

"El gran problema de la Rio+20 es la tendencia a la privatización de los tratados de la ONU. El texto pretende vaciar el contenido sobre las diferentes responsabilidades de los países. Ruanda no podría costear una transición tecnológica para reducir el impacto ambiental y no tiene responsabilidades por la crisis ambiental como sí la tiene Estados Unidos", dijo Fátima Mello, coordinadora de la Cumbre de los Pueblos.