Manifiesto de Jacqueline van Rysselberghe, senadora y presidenta UDI: "El poder en las mujeres intimida a los hombres"
Tengo un liderazgo súper masculino, competitivo con los hombres. Eso genera problemas y hay que detectarlos a tiempo para que no crezcan. Mi papá nunca cambió pañales; hoy, las parejas comparten roles, pero también como mujer las excesivas garantías me molestan. No necesito que me den ventaja para ganarle a un hombre. La ley de cuotas fue demasiado rígida, porque no necesariamente hay un 40% de mujeres que tenga habilidades, que le guste y tenga ganas de participar en política. Y terminas colocando mujeres por cumplir más que porque lo puedan hacer bien.
Mis alegrías más grandes en la vida han sido tener mis hijos, pero especialmente los últimos. Cuando se tiene al primer hijo, una lo espera con esperanza, pero de repente sale de dentro tuyo un ser humano y es una sensación más de sorpresa. Fue una cosa rara, no sabía cómo tomarlo. Con los otros hijos sabía a lo que iba. Con la experiencia empecé a disfrutar más los partos. Me encantaba cuando me pasaban la guagua recién salida.
No sé si Loreto Letelier (candidata a diputada de la UDI) fue a las fiestas del partido que ella describe para ser bien sincera. Porque yo he ido a esas fiestas y no son así. Cuando hay un espacio, hay karaoke y se ríe y uno toma un trago, pero de ahí a que se pongan a bailar arriba de las mesas es una exageración. En mi caso, que he ido a muchas fiestas, no ha sido así. Y aunque ella lo hubiese visto, son cosas que no se cuentan. Fue una falta de criterio.
Por ningún motivo vuelvo al gobierno. Estoy feliz como presidenta de la UDI. Mi aporte al gobierno es mejor desde la UDI, trabajé con Piñera, por lo tanto, sé las cosas que le gustan o que son importantes para él en términos de gestión.
Mi tienda de ropa duró cuatro años. Cuando salí de la intendencia, tenía que pensar qué hago. Y no quise volver a la psiquiatría. Quise hacer algo que nunca había podido hacer y puse la tienda. Fue entretenido armarla. Me encanta comprar, y comprar sin culpa era maravilloso. Me encanta viajar, así que viajaba a Estados Unidos con una de mis hijas a comprar ropa. Fue una experiencia no muy lucrativa, pero entretenida.
Hice un diplomado en sicoterapia gestáltica. Es una corriente que te enseña a vivir el presente, que te dice que lo que pasó es parte de tu experiencia, pero no lo puedes cambiar, por lo tanto, no te amargues. Y lo que va a pasar, no sabes si va a pasar y, por lo tanto, tampoco te amargues por eso. Disfruta lo que estás viviendo.
Yo soy lo que soy. No sé si es malo que te acusen de caudillo. Nunca me lo dicen tampoco. La Región del Biobío y Concepción es una zona de izquierda, donde nació el MIR, donde es senador Navarro. Si en ese lugar hemos podido demostrar y lograr adhesión, esa es una razón para sentirse orgulloso, porque significa que nuestro trabajo está penetrando en el corazón de las personas. La gente vota por nosotros y eso no es casualidad.
Me gusta la música en castellano, el rock latino, Silvio Rodríguez, Schwenke y Nilo. Y también me gustan los reggaetones, por mis hijas. Las letras son misóginas, súper eróticas y de repente ves a una niñita de 10 años que está cantando, pero no toman conciencia de eso. No hay que darle más importancia de la que tiene. Ellas siguen la música más que la letra, qué vas a hacer. ¿Suspenderles Spotify?
Fui atleta y hasta el día de hoy me gusta hacer mucho deporte. Hay que combatir la gravedad a estas alturas de la vida. Me encantaba ser atleta y competir. Ahora tengo una rodilla sin meniscos y probablemente en unos años más me tengan que poner una prótesis.
No me tiran muchos piropos, ¿puedes creerlo? Lo agradecería. Acá en Santiago casi no ando en la calle, pero en Concepción tengo un nivel muy alto de conocimiento. El poder en las mujeres intimida a los hombres. Los piropos, en la medida en que no son groseros ni ofensivos, son agradables.
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