Marco A. Figueroa se juega más que una clasificación ante Real Potosí

La revancha de esta noche frente al cuadro boliviano marcará el futuro del técnico en el equipo, que hasta el momento no logra levantar cabeza.




El 12 de julio pasado, cuando asumió oficialmente el mando de Universidad de Chile en reemplazo de Darío Franco, despedido por malos resultados, Marco Antonio Figueroa intentó poner paños fríos a las expectativas de su arribo y pidió que lo evaluaran al menos con un mes de trabajo. El "Fantasma", sabiendo que no habría tiempo para pruebas, clamaba por un poco de paciencia para ver cambios.

Desgraciadamente para el DT, la situación deportiva del cuadro azul no ha variado demasiado desde su llegada y a casi cuatro semanas de su arribo, el equipo consumó su eliminación en la Copa Chile, sólo obtuvo un punto en el Torneo Apertura tras dos partidos y en la Copa Sudamericana enfrentará esta noche a Real Potosí con la obligación de remontar el 3-1 que les propinó el conjunto altiplánico.

Más allá de que el técnico asumió que fue un fracaso la eliminación de la Copa Chile, en la dirigencia no hubo dos opiniones para exculparlo de los resultados obtenidos, toda vez que entendieron que asumió un plantel golpeado.

Para fortuna del DT, los hinchas hasta ahora no han reprochado al equipo, ni siquiera en la derrota como local frente a Rangers en el estreno en el Apertura.

Sin embargo, los tropiezos en el torneo nacional y en la ida de la Copa Sudamericana, empezaron a nublar el panorama de Figueroa en el club. Aunque en la cancha se nota una respuesta de los jugadores en la parte física, en lo futbolístico no se ven mejoras y lo que es más peligroso, aseguran desde Azul Azul, los malos resultados comienzan a acumularse sin vuelta atrás.

UNA CUESTIÓN DE ORGULLO

Aunque en el plantel azul insisten en que no hay espacio para pensar en la eliminación, lo cierto es que quedar fuera de la Sudamericana minaría la confianza de los jugadores en cuanto a la percepción que tienen del cuerpo técnico.

No son pocos los que tomaron nota de los dichos de Figueroa sobre qué debían mejorar muchas cosas que se hicieron durante los casi ocho meses de gestión de Franco. Hasta ahora los cambios sólo se han producido en la mecánica de entrenamiento porque en los resultados, todo sigue igual.

Además, algunas decisiones del técnico, como la de concentrar después del partido con Palestino no cayó nada de bien en algunos jugadores. "Es como si estuviese desconfiando de nosotros", comentó uno de los más molestos con el hecho de quedarse en un hotel la noche posterior al empate frente a los tricolores.

Pero no sólo el plantel no está del todo conforme con el "Fantasma". En la dirigencia ya sacan cuentas del costo que podría tener una eliminación en la Copa Sudamericana. Por jugar esta fase, la "U" recibió 110 mil dólares. En la concesionaria, antes de arrancar el torneo, imaginaron que un escenario favorable debían llegar al menos hasta cuartos de final. Si hoy quedan fuera ante los bolivianos, Azul Azul dejaría de percibir US$ 470 mil, que es el monto que acumula un equipo que llega a la instancia de los ocho mejores.

Figueroa está consciente de todo lo que se juega ante Real Potosí. Sin Ubilla, el técnico confía en que el equipo de una vez por todas podrá sacudirse la mala racha y empezar a ganar. En caso contrario, la tormenta empezará a desatarse en el CDA.

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