Mario Kreutzberger tras visita del Papa: "Es posible que el chileno esté más individualista"
El animador habla de su experiencia como invitado a la visita del Pontífice, del caso Barros y de la baja presencia de público en los actos.
Mario Kreutzberger cuenta que no recuerda con demasiada precisión la visita de Juan Pablo II en 1987. "Estuve menos con él. Esos días estaba grabando, había llegado recién desde Estados Unidos y me llevaron directamente al Hogar de Cristo, donde el padre Renato Poblete me lo presenta y le dice quién soy yo. Pero no alcancé a vivirlo tanto como ahora. Ahora tuve la oportunidad de estar y saludar brevemente al Papa Francisco", describe el animador en una de las oficinas de Canal 13.
Y aunque le cuesta repasar con nitidez lo sucedido hace casi 31 años, sí hay algo que tiene claro: el país ha cambiado drásticamente. "Todo era distinto, es incomparable. Había tres canales de TV, no había internet, no había wifi, no había nada de eso. Era otro mundo. El canal más importante, éste, lo cubrió exhaustivamente. Este canal era como Mega hoy día. O más. Cubrió esa visita por todas partes". Pero la diferencia entre ambos hechos no sólo está marcada por su propia participación (ahora estuvo invitado en La Moneda y en la Universidad Católica); el entusiasmo de los chilenos con la venida de Francisco ha sido muy distinto a la experiencia de hace tres décadas, con recintos con una afluencia de público menor a la esperada y la polémica por el obispo Juan Barros como eje noticioso.
¿Por qué cree que la respuesta del público no fue la esperada?
Lo que pasa es que son tiempos distintos. Cuando vino Juan Pablo II había como ocho millones de habitantes y hoy somos 18. Había menos comunicaciones. De todas maneras creo que cuando van 400 mil personas al Parque O'Higgins es un tremendo éxito. Y si a otra parte van 200 mil, es un exitazo. Ahora, si esperaban 300 mil, sigue siendo un exitazo 200 mil.
Los católicos bajaron a un 45% y Chile fue el país que peor evaluaba la visita del Papa. ¿Percibe una menor influencia de la Iglesia?
Efectivamente el número de católicos ha bajado, pero ha bajado en el mundo. Hay diferentes razones: este es el país que más ha progresado en los últimos 40 años. Entonces, la sociedad ha cambiado un poco, pero sigue habiendo un porcentaje mayoritario que sigue la fe católica. Y ahí es cuando este Papa trata de incorporar la problemática mundial de hoy a la Iglesia, porque el mundo ha cambiado mucho en 30 años. Y este país en particular ha cambiado mucho.
¿Percibe algo similar en la Teletón? ¿Cuesta más mover a la gente de modo colectivo?
En la Teletón no lo hemos notado, porque, imagínate, en un momento bastante complicado hicimos una Teletón. Porque es algo distinto, creo que no habría que mezclarlo.
¿Siente que el chileno está más individualista?
Es posible que el chileno esté más individualista. Pero me han sorprendido ciertas encuestas: hay un porcentaje que ve la Teletón y hay otro porcentaje que no la ve para nada, pero que igual va al banco. Eso habla de que igual aún hay cosas comunitarias.
¿Qué opinión le quedó del Papa?
Primero, soy un admirador del Papa, me gusta su estilo, lo que de alguna manera también te ubica en cierto espectro. Hay ciertos temas más delicados para los que no estoy calificado para opinar, pero sí me parece que su visita es importante para un país. Admiro que tenga un estilo distinto, más cercano. La prueba es que hace un matrimonio en un avión. Y no escurre de los problemas, él tiene su respuesta. Muchos estarán de acuerdo o no, depende del color con que lo mires.
¿Cree que respondió bien a los problemas que enfrentó acá?
Como comunicador voy mirando a la gente; y, por ejemplo, en el momento en que él hace este mea culpa con respecto a los abusos de la Iglesia, siento que todos los que están ahí lo respaldan con un gran aplauso. A lo mejor esperaban que dijera eso. Pero eso no significa que los problemas se solucionen después de ese discurso. Porque después viene todo un proceso. Me imagino que vendrá un movimiento, yo creo que el Papa deja tareas para la casa.
Usted estuvo presente cuando el Papa hace ese mea culpa. ¿Le pareció suficiente?
Me parece importante que el Papa lo toque, es la autoridad máxima. De ahí a cuán suficiente e insuficiente sea, lo dirá el tiempo, no lo puedo decir yo.
¿Le merece alguna opinión lo sucedido con el obispo Barros?
Es igual a lo anterior: he escuchado muchas opiniones como comunicador. He escuchado opiniones de jesuitas que dicen que el Papa no puede intervenir en esto. He escuchado a otros jesuitas que dicen que el obispo se debería haber restado. Hay otros que opinan que está bien lo que está haciendo; entonces son muchas opiniones. Y cuando digo que no estoy calificado, es porque no estoy inmerso en eso, no pertenezco a la religión, no podría dar una opinión, más que una opinión humana.
Y como opinión más humana, ¿le parece que un obispo que enfrenta estas acusaciones se debería haber restado de esta visita?
Esa opinión depende de la posición de cada persona. Yo me quedo con que el Papa ha respondido a todo lo que le han preguntado. Me quedó con eso, porque no tengo toda la información. Se ha enfrentado, ha dicho que no puede solucionar el problema, se le ha preguntado. Y lo que dice el Papa es importante, él se reúne con los dignatarios más importantes y tiene influencia en cosas muy extremas de la vida mundial.
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