Miguel Bosé: "Miguel y Bosé no se llevan bien pero tienen que pactar"

Después de un año y medio a bordo del Amo Tour, una gira que celebraba sobre el escenario los avances de la humanidad, la ciencia y la tecnología, Miguel Bosé, como tantas otras veces a lo largo de sus cuatro décadas de carrera, dio un giro radical: en mayo pasado tomó diversas perlas de su catálogo y las llevó al formato acústico, para su primer Unplugged de MTV.

La apuesta, dice, tuvo sus complicaciones. "Los comienzos no fueron muy alentadores, empezamos con canciones que no podíamos llevar a ese formato y era todo un desastre, porque yo no pertenezco a lo acústico", explica el español de 60 años, sentado en un salón de un hotel capitalino, semanas después de la publicación en CD Y DVD de ese show y a tres meses de iniciar su gira correspondiente, Estaré Tour, que lo traerá de vuelta en mayo y que, confía, tendrá "su broche en el Festival de Viña 2018".

"Habrá un balance (en la nueva gira), un corazón acústico muy importante y una parte con otras canciones que quedaron en el tintero. Sobre todo, habrá un principio y un final que es de donde vengo, de lo que soy, hacia donde voy lo que seguiré siendo", señala.

¿Y qué pretende seguir siendo? Cuando anunció el Unplugged dijo que era "una de las últimas cosas que le quedaba por hacer".

Todavía hay muchas cosas que hacer en música. Conociéndome, y conociendo lo que estoy ya trabajando, va a tener una perspectiva de renovación muy importante. Creo que va a haber un cambio mucho más profundo, que va a abrirme un diálogo conmigo mismo y con las cosas, va a tener una actitud y un tono diferente.

Ha dicho que le interesa desarrollar su faceta de productor.

Es algo que vengo haciendo hace tiempo con mis discos, salvo este ultimo. Intenté producir en los 90 a Miranda (grupo español), pero al final los escuchabas y era Bosé, lo cual es un desastre. Esa es otra asignatura que tengo pendiente. Me esfuerzo a veces por ir a otros lugares y no lo consigo, soy como una mula en la forma en que concibo hacer música.

Tras el nacimiento de sus hijos se ha referido a su yo familiar como Miguel, y al artista como Bosé. ¿Conviven en armonía esos dos?

No se llevan bien pero habitan el mismo cuerpo, tienen que pactar espacios y tiempos. Miguel no aguanta a ese caballo desbocado que es Bosé, pero tiene que armarse de paciencia porque es Bosé quien paga las cuentas. Miguel no se quiere ir nunca de gira, sino quedarse con sus hijos, su cocina, su pijama. Pero apenas se abre la puerta Bosé sale corriendo y no quiere volver a casa.