Mineros sudafricanos vuelven al trabajo tras tiroteo en que murieron 34 compañeros

Esta jornada los mineros de Marikana volvían poco a poco a su labores, once días después del tiroteo de la policía que causó 34 muertos, pero el conflicto salarial que originó el drama no ha  sido resuelto aún, pese a la voluntad de todos los partidos de llegar a un  compromiso.

"Según los primeros datos la cifra es de un 13% para todos los equipos de  la mañana. Entendemos que los empleados esperan que el ambiente sea seguro antes de volver al trabajo", indicó en un comunicado Lonmin, el grupo basado en Londres que controla la mina de platino.

"Hubo incidentes e intimidaciones en contra de los conductores de bus esta noche e intimidaciones en contra de los trabajadores del emplazamiento  Este esta mañana, para impedirles volver al trabajo", relevó Lonmin. Añadió que la dirección se reuniría durante el día con las Iglesias, que actúan de  mediadores, y representantes de los huelguistas.

La ministra de Trabajo, Mildred Oliphant, afirmó en paralelo que las conversaciones iniciadas la semana pasada entre los socios sociales se reanudarían este miércoles.

Unos 3.000 perforadores, de los 28.000 empleados en la minería, iniciaron  la huelga el 10 de agosto, reclamando importantes aumentos de salario.

Diez hombres, incluidos dos policías, murieron entre los 10 y 12 de agosto en enfrentamientos intersindicales. Y un tiroteo policial dejó 34 muertos el 16  de agosto.

En el lugar, cientos de mineros se reunieron en el exterior de la mina,  decididos a seguir la huelga. "No vamos a reanudar el trabajo, la huelga sigue", indicó Alfonso Mofokeng,  minero venido de Lesotho. "Sabemos que algunos han vuelto al trabajo, este comportamiento no se nos  ha escapado y vamos a encargarnos de ello", añadió.

"Al ir a trabajar, êestán diciendo que estos asesinatos han sido en vano!". "Si nos echan, habrá violencia. Nuestra postura no ha cambiado, queremos  dinero", añadió Lungisani Nogwanya, oriundo de Cabo Oriental (sureste).

Vehículos blindados de la policía controlaban la situación a distancia,  protegiendo a los no huelguistas.

La situación estaba tranquila en el pueblo vecino donde viven numerosos  mineros y donde patrullaban los autos policiales.

Según el diario The Star, los informes de autopsia sobre la mayoría de muertos de Marikana muestran que fueron tiroteados por la espalda.

Las autoridades se han negado a hacer declaraciones. Una comisión de  investigación especial está encargada por el presidente Jacob Zuma de  esclarecer la muerte de las 44 víctimas de Marikana.

Los policías aseguran que fue legítima defensa, la multitud hostil que se  había avanzado hacia ellos el 16 de agosto estaba armada con machetes, garrotes  y armas de fuego.

Los cerca de 250 huelguistas detenidos después del tiroteo debían ser  juzgados por acusaciones que abarcan desde la violencia pública al  asesinato. La audiencia todavía no había empezado a mediodía porque el tribunal  discutía asuntos de procedimientos.