Minuto NBA: El dinero no hace la felicidad

Dwyane Wade

Los millonarios sueldos que se pagan en la liga no siempre garantizan buenos rendimientos. Este año varios están en la mira por sus números.




La NBA se jacta de generar miles de millones de dólares cada año. Sus ejecutivos siempre lucen orgullosos todos los negocios que giran en torno a la liga. El último tiene que ver con la aparición de publicidad en las camisetas, que comenzarán a estrenarse en la próxima campaña. Por eso nadie hoy pone en duda la viabilidad de una maquinaria que se mueve dentro y fuera del parquet.

No obstante todos los millones que se generan, muchos fanáticos se cuestionan si realmente esos ingresos son bien gastados en las plantillas. Principalmente en lo que tiene que ver con los sueldos de los jugadores, que cada temporada van en aumento con los nuevos topes salariales que impone la NBA. Y al revisar la lista de los mejores pagados de la liga, bien vale la pregunta de los hinchas, porque las sorpresas son varias.

Claro, quién podría cuestionar por ejemplo lo que recibe Lebron James. El jugador más dominante de la NBA en este siglo recibe en esta campaña poco más de US$30 millones, siendo el mejor pagado de todos. El anillo de campeón de la última campaña le asgura en Cleveland un status de estrella. Lo mismo ocurre con Kevin Durant, el segundo en el listado, cuyo salario se empina por los US$26 millones. El alero dejó los Thunder en julio pasado buscando una mejora salarial y también un equipo más competitivo. Algo que encontró en Golden State, donde busca su primer título en la liga.

Pero basta bajar un poco en el listado de los mejor pagados en la liga, para darse cuenta que en muchos casos la plata parece estar siendo desperdiciada. Un ejemplo claro es lo que ocurre con Carmelo Antonhy, quien se empina en el octavo puesto del ránking de sueldos. El alero de los Knicks de Nueva York supera los US$24 millones anuales. Un salario que no se ve reflejado en que el quinteto de la Gran Manzana sea siquiera protagonista de su conferencia. Y ni hablar de las estadísticas individuales de Melo: no es top ten en ninguno de los tres principales, como son puntos, rebotes y asistencias. Por esto es que Phil Jackson, presidente de la franquicia, quiere sacárselo de encima cuanto antes.

El caso de Al Horford es parecido al de Carmelo, con una pequeña salvedad. Su equipo, Boston Celtics, sí son protagonistas del Este. Claro que la contribución del centro dominicano no ha estado a la altura de las expectativas, sobre todo si uno se detiene en el salario que recibe. El pívot es el quinto mejor pagado de la liga, con más de US$26 millones. Una brutalidad si se considera que por ejemplo en su aspecto más destacado, como son los rebotes, no asoma entre los 25 primeros del ránking. De hecho su producción es inferior a la que tenía en Atlanta Hawks, su franquicia anterior.

Dwyane Wade tampoco parece estar correspondiendo a los poco más de US$23 millones anuales que dice el contrato que firmó en julio pasado. El ex compañero de Lebron James en Miami hoy ha visto bajar su producción en los Bulls de manera dramática. Sus puntos, asistencias y rebotes son inferiores a los que tenía en el Heat, el equipo de toda la vida que decidió abandonar en busca de un mejor contrato y sobre todo de un mejor plantel. Pero hoy Chicago no deja de ser un equipo del montón en el Este, con serio riesgo de quedarse fuera de los playoffs.

La otra cara de este verdadero despilfarro de algunas franquicias la muestran los Warriors. Especialmente con Stephen Curry, el mejor jugador de la NBA en las dos últimas temporadas. Su salario no está dentro de los mejores 50 de la liga. Incluso dentro de su franquicia, es superado además de Durant por Klay Thompson (US$16,6 millones) y Draymond Green (US$15,5 millones). Habrá que ver eso sí qué ocurrirá cuando acabe la temporada y expire el contrato del base, quien seguramente querrá escalar en el ránking de salario, sobre todo cuando sus números lo mantienen entre los mejores de la NBA.

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