Muchos uruguayos no quieren que su presidente les consulte

La propuesta de José Mujica de convocar referéndums consultivos sobre temas clave no fue bien recibida en muchos sectores que piensan que el gobierno no acataría su resultado.




Si se les preguntara, es probable que a muchos ciudadanos del mundo les gustaría que sus gobiernos los consultaran antes de tomar decisiones que van a impactar sus vidas.

Sin embargo,

la propuesta del presidente de Uruguay

,

José Mujica

,

de promover un proyecto de ley para habilitar las consultas populares no fue bien recibida en ese país sudamericano

.

Mujica propuso que se cree ese mecanismo de consulta para ayudar a decidir sobre un asunto polémico: la instalación de la minera Aratirí en el centro oeste del país.

La mina a cielo abierto supondría la mayor inversión privada en la historia de Uruguay

.

Pero

,

según los ambientalistas

,

será una fuente de contaminación

.

En una de sus tradicionales alocuciones radiales, el presidente señaló que un referéndum consultivo podría permitir al gobierno conocer "los pareceres de la mayor cantidad de gente posible" ante de tomar una decisión.

"La magnitud de los recursos nos obliga a una discusión abierta. No creo que por ser gobierno podamos laudar el destino de semejante riqueza sin tratar de incluir en esas decisiones todas las variables posibles", afirmó Mujica, defendiendo su propuesta.


¿HIPOCRESÍA?

Para el gobernante, la consulta popular podría aplicarse a otros temas controvertidos, como la despenalización del aborto.

Sin embargo, la idea de Mujica no tuvo la reacción que esperaba. Muchos cuestionaron el valor que pueda darle el oficialismo a este tipo de consulta.

Hace pocas semanas,

el gobernante

Frente Amplio

(FA)

intentó infructuosamente aprobar en el Congreso una norma para anular el perdón otorgado a los militares que cometieron abusos durante el último gobierno de facto

(conocido como Ley de Caducidad).

A pesar de que el pueblo uruguayo había ratificado esa amnistía en un referéndum, en 1989, y luego a través de un plebiscito, en 2009, el FA insistió con su anulación por via parlamentaria, objetivo que finalmente no logró gracias a la objeción de uno de sus propios diputados, que le dio la mayoría a la oposición.

Tras ese episodio, varios opositores consideraron que el FA no tiene "legitimidad" para proponer un mecanismo de consulta, cuando desoyó dos veces la voz de los ciudadanos

NO VINCULANTE

En ese sentido, muchos políticos y analistas expresaron que una consulta sólo tendría sentido si es vinculante, es decir: si lo que opina la ciudadanía define la cuestión.

"Si lo que quiere el gobierno es simplemente conocer la opinión de la mayoría de los uruguayos sobre un tema

,

es mejor que encomiende tres o cuatro encuestas de opinión pública"

, dijo a BBC Mundo Oscar Bottinelli, director de la consultora Factum.

Según Bottinelli, las encuestas permitirían conocer el sentir popular con un alto grado de exactitud, y costarían al Estado mucho menos que lo que vale organizar una elección nacional.

Un plebiscito consultivo, como el que quiere implementar Mujica, tendría que ser creado por ley. Pero no puede ser vinculante. Para que lo sea, se tendría que reformar la Constitución.

INDECISIÓN

Además de cuestionar a Mujica por sugerir un mecanismo que fue menospreciado poco antes por su propio partido, algunos detractores del jefe de Estado también consideraron que su propuesta muestra "debilidad" presidencial.

"Al gobierno lo elige la ciudadanía para gobernar y es precisamente él el que tiene que decidir lo que conviene"

,

señaló el senador de Propuesta Batllista

agrupación del Partido Colorado

-,

José Amorín

.

"Gobernar es decidir, y al presidente Mujica, ministros y asesores, se les paga bastante para ejercer la autoridad", dijo, por su parte, el diputado Luis Alberto Aparicio Lacalle Pou, del Partido Nacional –o Blanco-, en comentarios recogidos por la prensa local.

Según Bottinelli, la mayoría de los uruguayos no duda de la buena intención del presidente al proponer este mecanismo de consulta.

"Para muchos lo que ocurrió con la Ley de Caducidad, más que desacreditar los plebiscitos y los referendos, les dio más fuerza, porque el final el Congreso decidió respetar lo que había votado el pueblo", afirmó.

No obstante, el analista consideró que la idea sí ahondó la incertidumbre que existe entre muchos uruguayos respecto a la capacidad de decisión del presidente.

EL GOBIERNO SE DEFIENDE

Por su parte, el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia –a quien se encomendó el proyecto de Mujica- desestimó las críticas contra el mandatario.

"Si un gobernante no le da participación política al pueblo es considerado un autoritario

,

pero si le da demasiada participación es considerado débil"

, observó.

"Este presidente siempre ha buscado el consenso y consulta a la oposición sobre temas importantes. La mayoría lo entiende como algo bueno, pero algunos lo quieren hacer ver como una señal de debilidad", dijo a BBC Mundo.

Para Breccia

,

la historia de Mujica –un ex guerrillero tupamaro que pasó muchos años en prisión durante el gobierno militar- "avala que débil no es"

.

En cuánto a las acusaciones de que un gobernante del FA no tiene legitimidad para convocar a una consulta popular, Breccia recordó que Mujica se mostró personalmente en contra de desoír los mandatos del pueblo y por eso buscó que su bancada desista de su postura.

Sin embargo, el secretario de la Presidencia aclaró que el proyecto para crear referéndums aún está en etapa de consultas y sólo llegará al Congreso si existe un consenso político para avanzar con el plan.

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