Memphis tiene el antídoto
Los Grizzlies vencieron por segunda vez en la temporada a los Warriors y le muestran a la liga cómo frenar a los favoritos al título.
No están ni cerca de ser considerados favoritos al título. Tampoco cuentan con nombres que acaparen portadas ni sean candidatos al MVP de la temporada. Pero los Grizzlies de Memphis ya se dieron el gran gusto de la campaña: ser los primeros en vencer en dos ocasiones, en igual número de partidos, a los todopoderosos Warriors. La noche del viernes, nada menos que en San Francisco, remontaron una desventaja al inicio del último cuarto de 19 puntos para acabar imponiéndose en tiempo extra. Y dar otra campanada sobre Golden State.
Encaramados a los hombros del gigante español Marc Gasol, los Grizzlies no parecen tenerle miedo a nadie en esta liga. Menos a los Warriors. De hecho, en el primer cara a cara de la temporada que tuvieron el 10 de diciembre pasado, Memphis se impuso por 110-89, convirtiéndose hasta ahora en el único equipo que dejó a los de la bahía por debajo de la barrera de los 90 puntos. Justo al mejor equipo de la liga en puntos anotados y asistencias por juego. Todo un síntoma de lo que puede hacer la defensa liderada por el pívot hispano y el inagotable Tony Allen.
Bajo la sombra de los Spurs y los Rockets en su división, Memphis parece gozar de este estatus silencioso. De hecho, tan poco se habla de los Grizzlies, que únicamente Gasol tiene chances de ir al Juego de las Estrellas de febrero próximo, aunque sus probabiliades de ser titular son mínimas. El español está décimo entre los frontales del Oeste (aleros y pívot) y los tres más votados van desde el inicio.
Pero toda la falta de publicidad los Grizzlies la traducen en rebeldía sobre el parquet. Mucho mérito corre para el técnico de primer año David Fizdale, quien ha sabido sobreponerse a los innumerables problemas de lesiones que ha sufrido el equipo en esta campaña e igualmente ha mantenido competitivo al quinteto. Con el plantel saludable, Memphis se convierte en un rival al que todos desean evitar. Pero claro, los antecedentes de sus jugadores no son del todo confiables desde el punto de vista físico. Aquello ha significado que estén quintos en el Oeste y que muchos le pongan un signo de interrogación de cara a los playoffs.
El año pasado ya se vieron afectados por el cúmulo de lesiones. En abril batieron el récord de la historia de la NBA en jugadores utilizados en una temporada con 28 y se convirtieron en el primer equipo de la liga en clasificar para playoffs tras haber utilizado a 24 jugadores o más durante una campaña regular. En la actualidad, las cosas no son tan diferentes a como acabaron en la 2015-16. Sufrieron la baja de Conley, Parsons se resintió de la rodilla, Randolph estuvo de baja por motivos personales, James Ennis por los gemelos y Brandan Wright por el tobillo. E incluso se temió que Gasol quedara fuera de la campaña por una fractura del pie, pero afortunadamente aquello sólo fue una falsa alarma.
Problemas nunca faltan en Memphis. Pero todo eso se olvida cuando salen a jugar. Y sobre todo cuando enfrentan a los Warriors, a quien ya superaron dos veces y le marcaron al resto de la liga cómo ganarles. Con defensa, como en diciembre, o intercambiando ataque por ataque como la noche del viernes. El antídoto contra Curry y Durant existe. Y lo tienen los Grizzlies.
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