Obama recibe entre bromas y alabanzas a George W. Bush durante ceremonia en la Casa Blanca
El presidente estadounidense dejó de lado las usuales críticas a la gestión de su predecesor, en acto de incorporación de retrato del ex mandatario y de su esposa Laura, a la residencia presidencial.
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, privilegió el consenso hoy en una ceremonia por la incorporación del retrato de George W. Bush a la Casa Blanca y omitió las usuales críticas a la gestión de su predecesor.
"Quizá tengamos opiniones políticas diferentes pero la presidencia trasciende estas diferencias. Todos amamos a este país. Todos queremos que Estados Unidos salga adelante", declaró el presidente demócrata durante la presentación de los retratos oficiales de Bush y su esposa Laura que adornarán la residencia presidencial, consignó AFP.
El mandatario elogió el rescate bancario de la Administración Bush en 2008 y su política en seguridad nacional, en una acto poco habitual al reunir tres de los cinco presidentes estadounidenses vivos: el actual, su predecesor y el presidente George Bush padre. Obama prefirió hacer hincapié en el esfuerzo del gobierno saliente republicano para que "la transición se hiciera de la mejor manera posible".
"Siempre estaré agradecido por esto", aseguró Obama a Bush, caracterizándolo como alguien que "transmitió una resolución y una fuerza extraordinaria" a los estadounidenses desde las ruinas de las Torres Gemelas poco después del atentado del 11 de setiembre de 2001.
"Dicen que no se puede entender realmente lo que es ser presidente antes de sentarse detrás del escritorio y de sentir el peso de la responsabilidad por primera vez. Es verdad", agregó el Presidente, para quien, "ninguna decisión es fácil, ninguna elección es gratuita", en este puesto.
Obama también agradeció a Bush, en tono de broma, por haberle dejado "un buen paquete de canales deportivos" de televisión en la Casa Blanca. "Los uso", apuntilló entre risas el mandatario.
HUMOR
Según la agencia Efe, George W. Bush mantuvo el humor y dijo estar "abrumado" por la hospitalidad de los Obama: "Gracias por darnos de comer a la familia Bush, a los catorce miembros que hemos venido hasta aquí", aseguró tras la comida a puerta cerrada.
Según el ex mandatario republicano, añadir su retrato da a la residencia presidencial "una interesante simetría" porque "la colección ahora empieza y acaba con un George W.", bromeó en referencia al primer presidente, George Washington, y a él mismo.
"También me complace, señor Presidente, que cuando usted esté deambulando por estos pasillos (y piense) sobre cómo lidiar con decisiones difíciles ahora será capaz de mirar a mi imagen y preguntar: ¿Qué puedo hacer George?".
Posteriormente estuvo a punto de las lágrimas al pedir un aplauso para su padre, el también ex mandatario George Bush (quien gobernó EEUU entre 1989 y 1993), y al asegurar que la mejor primera dama de la historia fue Laura Bush, su esposa. "Lo siento, mamá -le dijo a la ex primera dama Barbara Bush-. ¿Estarías de acuerdo con un empate?".
RETRATOS
Los retratos de George W. Bush y su esposa, obra del artista John Howard Sanden, se presentaron en el Salón Este de la Casa Blanca, que acoge habitualmente los eventos más amables para el presidente, aunque esta vez se encontró un ambiente más hostil.
La sala estaba llena de familiares y amigos de George W. Bush, incluidas sus dos hijas, y de miembros de los dos gobiernos del republicano, como el ex secretario de Estado Colin Powell y el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld.
HACE DOS AÑOS
No es la primera vez que Bush visita la Casa Blanca con inquilino demócrata. Participó en enero de 2010 en la Rosaleda de la residencia en una ceremonia de recaudación de fondos para las víctimas del terremoto en Haití, con el presidente Obama de anfitrión.
Por su parte, el actual mandatario demócrata participó el año pasado en Nueva York en la ceremonia que conmemoró el décimo aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas, junto a George W. Bush. Un mínimo de tres veces han hablado por teléfono durante este mandato, incluida la noche de la muerte de Osama Bin Laden.
Pese a ello, George W. Bush ha mantenido este tiempo un bajo perfil político, siendo uno de los expresidentes menos activos públicamente de la historia y mostrando un diáfano apoyo al candidato republicano Mitt Romney. Esta vez se mantuvo también fuera de la contienda política.
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