Ominami dice que no negociará con Frei e Insulza gestiona acercamientos

Desde el domingo, cuando fue derrotado en su intento por repostular al Senado por la Quinta Región Cordillera, Carlos Ominami contesta pocas llamadas telefónicas. Aún está afectado, cuentan sus cercanos. Lo grafican en una escena: el quiebre que tuvo al término del discurso en que su hijo adoptivo, Marco Enríquez-Ominami, reconocía los cómputos que lo daban como tercero en la carrera presidencial, con el 20,12%.

Ominami contó la noche de la elección que él pasó por una situación compleja en su interés por repostular. "Finalmente, también soy un dinosaurio de la Concertación y eso no me lo logré sacar". En sus respuestas, sin embargo, también dio señales de que no está dispuesto a jubilarse de la política ni a tomar distancia, al menos por ahora, del camino trazado por Enríquez: Cerrar las puertas a la posibilidad de endosar los votos a Frei en el balotaje.

"No hay nada que negociar. Quienes piensen que puedo ser un puente, las ofertas que me hagan simplemente se las guarden. Así como en un momento me ofrecieron ser senador designado y les dije que no, frente a cualquier ofrecimiento les digo que no", afirmó el senador, quien, al revés de Enríquez, fue partidario durante la campaña de forjar un acuerdo con Frei.

"No estoy por el chantaje del mal menor. Soy un gran escéptico de las capacidades de la Concertación de proponer algo movilizador", añadió.

El parlamentario, sin embargo, también sostuvo que "soy un furibundo antiderechista". Su frase fue bien vista en la Concertación, donde apuestan que él y su esposa, Manuela Gumucio, den su apoyo a Frei, luego de que Enríquez se negara a hacerlo.

Anoche en el programa Factor Guillier, de TVN, Carlos Ominami dijo que con la votación del domingo "hay una tercera fuerza constituida y se debe respetar a la ciudadanía. Los votos no se endosan. Con la derecha no voy a estar (...) No tengo garantías de que Frei y esto que queda de Concertación pueda ser un avance para Chile''.

PUENTES CON ENRÍQUEZ
El interés del oficialismo por acercar posiciones con Enríquez y su electorado ha sido una de las prioridades de la Concertación en las últimas horas para remontar los 15 puntos que distancian a Frei de Sebastián Piñera. Prueba de ello son las gestiones del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien telefoneó ayer a dirigentes ex PS que apoyaron al diputado para convocarlos a una reunión. Su objetivo, añaden los mismos personeros, era hablar sobre el balotaje y un eventual apoyo a Frei.

La cita fue a las 15.30 en la Fundación Felipe Herrera, y asistieron el ex integrante del comité central PS Lincoyán Zepeda, el ex concejal socialista Osvaldo Torres y Cecilia Suárez, hija de un ex ministro de  Salvador Allende. Los dirigentes le pidieron a Insulza que transmitiera un mensaje a Frei: Esperan cambios "profundos" en el comando y en el oficialismo. "Nos respondió que estaba de acuerdo en que había que convocar a reunificarnos en torno a algo", cuenta un asistente.

En forma paralela, el presidente del PPD, Pepe Auth, dijo que era necesario "abrir los brazos" a la candidatura de Enríquez. Y el sociólogo Eugenio Tironi divulgó un email que, de acuerdo a su versión, le envió el publicista francés Jacques Séguéla al abanderado. En el texto de Séguéla, cuya veracidad negaron en el entorno del diputado, aparece aconsejándolo que respalde a una de las candidaturas en el balotaje.

En el "marquismo", en tanto, no existe una visión unívoca. Algunos, como Esteban Valenzuela y Max Colodro, esperan cambios drásticos en el comando de Frei -como la renuncia de los timoneles oficilistas y radicales transformaciones a su programa- para abrirse a apoyarlo. Otros, como el economista Paul Fontaine, ya decidieron votar por Piñera. Varios consultados, como Marcelo Trivelli, evalúan simplemente anular.