Otro joven es golpeado en un centro chino de adictos a internet

<p>Hace algunos días, un joven murió en uno de estos mismos centros que buscan solucionar la adicción en los jóvenes chinos.</p>




Un joven de 14 años sufrió heridas graves tras ser golpeado en un centro chino de adictos a internet, dijeron el miércoles medios estatales. El hecho sucede días después de que otro muchacho muriera tras una agresión similar. 

Algunos padres en China han acudido a más de 200 organizaciones que ofrecen tratamiento para tratar los "desórdenes" causados por navegar por la red, en momentos en que el Gobierno advierte de manera creciente sobre la adicción a internet entre los jóvenes del país.

Muchos de los centros tienen un ambiente militar. Los pacientes son obligados a reemplazar las horas que pasan frente a un computador por duros ejercicios físicos e incluso con "tratamientos" más extremos.

BRUTAL AGRESION
Pu Liang
fue enviado este mes por sus padres a un centro cerca de Chengdu (capital de la provincia sudoccidental de Sichuan) para tratarse de una adicción a internet, dijo el China Daily.

Tras ser agredido, Pu fue llevado al hospital con agua en los pulmones y un fallo en los riñones, informó el diario.

La policía detuvo a uno de sus entrenadores por la sospecha de que él le habría causado las heridas, indicó la información. El centro de tratamiento dijo que Pu fue atacado por compañeros de curso.

El 2 de agosto, Deng Senshan, de 15 años, murió golpeado diez horas después de ingresar en un centro de adictos a internet en la región sudoccidental de Guangxi.

La policía detuvo a 13 personas sospechosas de causar heridas intencionadamente y de operar ilegalmente el campo, dijo la agencia de noticias Xinhua.

MILLONES DE ADICTOS
China tiene la mayor cantidad de usuarios de internet del mundo, con cerca de 300 millones de cibernautas a fines del año pasado.

En julio, Pekín prohibió la terapia de electroshock como tratamiento a la adicción a Internet tras informaciones de prensa sobre un psiquiatra que administró descargas eléctricas a cerca de 3.000 adolescentes.

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