Pablo Guede, DT de Palestino: "Cada partido es una historia diferente"

La sorpresa es la premisa del técnico argentino. Prepara jugadas para cada duelo. Fue amigo de Tito Vilanova y sigue a Guardiola. De Felipe Núñez, no volverá a hablar.




Palestino no ha repetido su formación en las primeras siete fechas del Campeonato de Apertura y es probable que hoy, frente a Colo Colo, tampoco jueguen los mismos que cayeron por 1-0 frente a San Marcos de Arica. También es posible que, ante el equipo de Héctor Tapia, el cuadro árabe muestre nuevas jugadas de balón detenido. Cada una de ellas se ensayan hasta la mecanización  en La Cisterna, reducto al que nadie tuvo acceso durante la preparación.

La sorpresa es la premisa del trabajo del argentino Pablo Guede, quien este año reemplazó a Emiliano Astorga. El ex delantero jugó en Nueva Chicago y Deportivo Español en su país. Después partió a Málaga. En España también defendió a Elche, donde entabló amistad con el fallecido Tito Vilanova (ex DT de Barcelona), Polideportivo Ejido y al Real Jaén. Terminó su trayectoria en equipos provinciales de Andalucía.

"Cada partido es una historia diferente", suele repetirles a sus dirigidos. Un concepto que incluye argumentos, escenas y, por cierto, personajes que pueden cambiar en cada capítulo. Y a  poco de presentarse ante el público. Recién dos horas antes de cada encuentro, el transandino comunica la formación titular. "La sorpresa es el método que a mí me gusta. No sé si es bueno o malo, pero es el que a mí me gusta. Al jugador le pagan por entrenar. Quien entrega el premio de jugar, soy yo.  Por lo tanto, cómo no saben quién va a jugar, tienen que entrenar bien todos los días. De eso se trata. De tener a la mayor cantidad de jugadores metidos en los objetivos del grupo", justifica el estratega.

Hay más. Ante la escuadra de Fernando Díaz, por ejemplo, llamó la atención la ejecución de un tiro de esquina. Leonardo Valencia fue el encargado de servirlo y de buscar a sus compañeros, que estaban todos situados en el área chica del equipo nortino. El intento falló. En otros duelos, los tricolores usaron cortinas similares a las que se realizan en el básquetbol, entre otras estrategias de ataque y de defensa.

"La pelota parada es el único momento en que tú sabes lo que vas a hacer y el rival, no. Es donde le puedes sacar dos segundos de ventaja. Si tengo una pelota detenida, sé dónde va a caer y dónde tengo que ir a buscarla, es una ventaja que el contrario no sabe. Y por eso tratamos de entrenarla mucho y de tener mucha variedad. Porque se ganan y se pierden muchos partidos por eso". También planteó otro encargo, que, en alguna medida, se contradice con su idea matriz: utilizar los balonazos largos para contrarrestar el mal estado de la cancha del Carlos Dittborn.

Tecnología y coaching

Periódicamente, Guede recurre a la tecnología. En el último tiempo, sumó la tablet como elemento para graficar jugadas. Los videos son parte de su metodología. Cada cierto tiempo, además, sus puilos dejan los entrenamientos con apuntes bajo el brazo. Son dos o tres hojas. No sólo relativas al juego. "Tratamos de tocar en la tecla adecuada con cosas de motivación, con información, con libros para que lean. Con elementos de coaching para que se informen. El futbolista es muy inteligente. Y cuanto más desarrolla la parte mental, más fácil le es entender el juego.  Tomo  cosas de distintos autores. Y después, de entrenadores o de jugadores que juegan en el mismo puesto del que recibe la información y que pueden servirle". Robin Sharma, el autor de El monje que vendió su Ferrari, es uno de sus autores favoritos.

En el plantel árabe. paulatinamente, se entusiasman con el sistema de trabajo. "Futbolísticamente, se nota la influencia del guardiolismo. Y fuera de la cancha, además del material que entrega, recurre mucho a la sicología. A los más jóvenes, sobre todo, les pasa lecturas y videos motivacionales. Tiene a todo el grupo contento", refleja el atacante Renato Ramos.

La referencia del actual técnico de Bayern Munich viene de cuando realizó el curso de técnico en España, donde el catalán fue uno de sus profesores.

El defensor Diego Rosende es menos entusiasta: "Ya le tomamos la mano a Pablo. Entendimos lo que quiere, cómo le gusta jugar. Ahora debemos concretar. No sé si el cambio es tan grande. Depende del grupo cómo lo tome. Es un método más. Ni mejor ni peor".

La armonía la rompió el arquero Felipe Núñez, quien hace 10 días dejó el equipo del que era capitán, por diferencias con el técnico. Es el único tema que Guede no quiere recordar.

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