Pasarela de Milán acepta exigencias de editora de Vogue

Siguiendo el anuncio de que Prada y Fendi habían movido sus desfiles en la pasarela femenina de Milán, con el objetivo de ampliar el horario, los planes de Milano Moda Donna han generado confusión luego de la revelación de Anna Wintour, editora en jefe de revista Vogue USA, quien visitará la ciudad italiana sólo 3 días.

Wintour visitará Milán desde el 26 al 28 de febrero, debido a un castigador calendario Fashion Week, el cual la llevará desde la Semana de la Moda de París el 3 de marzo y volver a Los Angeles para los premios de la Academia el 7 de marzo, cuenta The Daily Telegraph.

Su limitado horario podría significar que se perdería los desfiles en Milán de Moschino Cheap & Chic, Giorgio Armani y la propuesta de Christopher Kane para la línea Versus de Versace, así como también los reprogramados desfiles de Prada y Fendi.

POLEMICA
Es así como la polémica pasarela de Milán tiene que ver con que las citas más importantes de la semana de la moda femenina se concentrarán en tan sólo tres días, como exigió y consiguió la influyente Anna Wintour.

Wintour, al garantizar su presencia sólo tres días, obligó a los organizadores a recortar un día la "semana" de la moda, porque los más conocidos diseñadores quieren desfilar durante el fin de semana en el que esté presente la poderosa editora de Vogue.

Según los medios italianos, la gurú de la moda, retratada en la película "El diablo viste de Prada", llamó personalmente a los diseñadores para comunicarles su presencia en la capital italiana de la moda, sólo del 26 al 28 de febrero, pues después tendrá que asistir a los desfiles parisinos.

Por ello firmas como Armani, Versace, Ferre, añade la prensa italiana, han satisfecho las peticiones de la editora y exigieron desfilar durante el fin de semana, mientras que otras como Fendi, Prada, Krizia y Laura Biagiotti se rebelaron a las exigencias de la todopoderosa Wintour.

El cambio de calendario a pocos días del inicio de "Milano Moda Donna", previsto ahora del 24 de febrero al 1 de marzo, levantó las iras de algunos diseñadores y representantes del sector que denunciaron cómo los organizadores se doblegaron a los deseos de Wintour.

CRITICAS
El diario La Stampa recoge las declaraciones del presidente de la Cámara de la Moda, Mario Boselli, quien afirmó que se trata de una "verdadera falta de respeto para el trabajo de los demás", mientras que el vicepresidente de la asociación y titular de la firma John Richmond, Saverio Moschillo, acusó a los grandes diseñadores "de no hacer un trabajo en equipo", a diferencia de los franceses que rechazaron las pretensiones de la editora de origen inglés.

El más duro fue Diego Della Valle, propietario de Tod's, que calificó el recorte del calendario y la concentración de las principales marcas, en tan sólo tres días, como "un daño gravísimo a la moda y al sistema económico del país y al liderato del made in Italy".

Della Valle añadió que no hay que echar la culpa a Wintour, con la que asegura mantiene una buena amistad, pues "el problema no es de la arrogancia de quien pide sino de la debilidad de quien responde".

Para Ermanno Scervino titular de la firma homónima es necesario "defender la semana de la moda milanesa" y propuso "como hacen en la semana de la moda de París comenzar con un día fuerte y terminarla con otra día importante para no perder la atención".

El presidente Boselli, harto de los cambios que tuvo que hacer en el calendario, sentenció: "Tenemos respeto por el trabajo de la señora Wintour, pero ella no parece respetar el de los demás. En Milán será siempre bienvenida, pero si viene para un arrogante tocata y fuga, entonces es mejor que se quede en su casa".