Patrick Wilson y Vera Farmiga: "Otras franquicias de horror se basan en los villanos, El Conjuro se basa en los tipos buenos"

Los protagonistas de El conjuro 2 hablan con La Tercera sobre las particularidades del nuevo caso paranormal de la cinta y sus personajes.




Vera Farmiga y Patrick Wilson bromean todo el tiempo como si fueran una vieja pareja de casados, con años de complicidad, tal como la que interpretan por segunda vez en pantalla en El Conjuro 2. Pareciera ser que la única manera de sobrevivir durante 48 horas de entrevistas ininterrumpidas para promocionar la película en el hotel Four Seasons de Los Angeles -hasta donde La Tercera fue invitada por Warner Brothers para esta entrevista- , es haciendo chistes, molestando al otro y tomándoselo con humor.

En el cine los actores retoman sus papeles de Ed y Lorraine Warren, los investigadores paranormales de la vida real que adquirieron fama en Estados Unidos en los 70, y que interpretaron en la muy exitosa El conjuro, dirigidos por James Wan, en 2013.

Toda la pandilla se reunió otra vez para la secuela. "Sabíamos cuando firmamos para hacer la primera película, que si lo hacíamos bien, y yo confiaba en que eso pasaría,  volveríamos", explica Patrick Wilson, hombre de Broadway y de cintas como Secretos íntimos. "Puedes seguir un caso diferente cada vez con los Warren; otras franquicias de horror se basan en el villano y esta no. Esta se basa en los tipos buenos".

Esta vez la dupla de tipos buenos se encuentra en el ojo del huracán mediático, con todo el escepticismo que conlleva, tras el caso de Amityville, donde una familia fue brutalmente asesinada en una casa, y el autor dijo que era porque voces satánicas lo obligaban. La familia que ocupó la casa después del crimen huyó, asegurando que en el lugar ocurrían sucesos paranormales. Con una breve mirada a ese caso comienza la cinta. Cuando los Warren iban saliendo de ese complicado suceso, la iglesia les pidió ayuda para saber si otro caso en Londres era real o un engaño: Peggy Hodgson y sus cuatro hijos eran atormentados por extraños sucesos en su casa y Janet, de 11 años, comenzó a ser poseída. Como para la entrega anterior, Wilson y Farmiga pasaron tiempo con Lorraine Warren (Ed murió en 2006), y los hoy adultos Hodgson, Janet incluida, visitaron el set.

Vera Farmiga: Caminé con cuidado a su alrededor. Estuvieron en el set al mismo tiempo que Lorraine  y no estuve tanto con ellos. Cada vez que puedo pasar tiempo con Lorraine lo aprovecho, la adoro y me apego a ella. Miré a Janet desde la distancia.

Patrick Wilson: Es porque incluso con Lorraine no pasamos tanto tiempo preguntando sobre casos específicos. Yo pasé más tiempo con Janet. Quería que los Hodgson se sintieran bien en el set. Tratando de ser respetuosos con su historia. Ves que esto ha cobrado un precio en ellos, en Janet específicamente. No quería juzgar eso, o preguntarle qué es real. Simplemente lo tomas como es, a un nivel humano.

¿Cómo es hoy la relación entre Janet y Lorraine?

VF: Hay mucha ternura. Janet se arrojó en los brazos de Lorraine  poniéndose a llorar inmediatamente, después de no haberse visto en todos estos años.

PW: Dijo algo como que usted nos ayudó demasiado. Y ver todo eso nos ayudó.

Han dicho que no han tenido experiencias paranormales como las que muestran estas películas. ¿Incluso después de filmarlas, no se interesan por ese mundo?

VF: Es simplemente que no tengo esa experiencia personal. No sé por qué hay gente que puede tener ese acceso y yo no. Sí creo en el misticismo positivo, en el negativo, pero no he tenido cosas particulares que me hayan pasado. No tengo ese acceso en mi cerebro.

PW: No paso ni un momento de mi tiempo, fuera de estas películas, pensando en lo paranormal. Estoy abierto a este tipo de cosas, pero...

si tengo que ser sincero, no me atrae para nada ir a un edificio antiguo y tratar de encontrar espíritus. Sentarse por cinco horas gritando por si hay alguien. No tengo ni un deseo de ir en busca de fantasmas (se ríe).

Estas cintas tienen una particularidad hoy: los Warren trabajan para la Iglesia católica, y así como existen los demonios, también existe el cielo. 

PW: Estoy de acuerdo, y más allá de eso sería interesante trabajar con otras religiones en estas películas. Los Warren han trabajado con chamanes o rabinos, no sólo les interesan a los católicos. Me gusta que no pidan perdón por su fe, creo que eso es importante; su fe es su arma. Obvio que la gente con las mismas creencias va a responder, pero también es una película de un matrimonio tratando de hacer el bien, y de lo duro que es su trabajo, por eso le puede atraer a todo público.

¿Han visto El conjuro 2 en una sala de cine con público? La gente literalmente grita.

PW: Yo sí. Fue muy bueno, quizás como actor es la única vez que te acercas a una experiencia parecida a la del teatro con el cine. Porque si hiciste un drama, no sabes si les gusta. Con una película de terror sabes de inmediato si funciona con los gritos, las risas incómodas. Me encanta eso.

VF: A la gente esto les da permiso, si los del lado están gritando. Yo me asusté cuando vi la película, sola con Patrick. El y yo nos sentamos a seis filas de distancia y lo experimentamos muy diferente. El estaba muy callado, y no es un tipo callado. Yo, que sé lo que pasa en la película, igual me asusté.

En esta entrega la historia de amor del matrimonio Warren adquiere más protagonismo. ¿Era importante para ustedes mostrar eso?

PW: Sí, lo era. Cuando conoces a Lorraine, o a Tony, su yerno, o a su hija Judy, escuchas sus historias y son todas sobre la fuerza de su amor. Y cómo Lorraine aun lo extraña. No nos detenemos en lo que pasó en ciertas noches. Queremos mostrar cómo se hablaban y querían, porque sentimos que si la audiencia quiere estar del lado de Lorraine y Ed, entonces se involucrará con el resto de la película.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.