Película 300 alista precuela con batalla entre griegos y persas

Es la presentación en sociedad de 300: Rise of an empire en un escenario propicio: la Comic Con en San Diego, que terminó el domingo. Ahí el brasileño Rodrigo Santoro, el australiano Sullivan Stapleton (Gangster squad), Eva Green (Sombras tenebrosas) y el director debutante en el cine Noam Murro hablan de la secuela de la exitosa cinta que Zack Snyder realizó en 2006.

"Es una oportunidad de revisitar a Xerxes", dice Santoro. "Pero la película es una precuela. Veremos cómo mi personaje se transforma en el Rey Dios y cómo es su relación con su padre. Xerxes es claramente el villano y lo mueve la venganza", remata.

El debut se cambió de agosto a marzo de 2014, generando escepticismo sobre la cinta. "El cambio se debió a que no llegamos con los efectos visuales. Zack nos dio cimientos estéticos muy fuertes desde los cuales construimos nuestro propio universo. Pero queremos ser fieles a su visión, porque es tan personal y fue mayormente aceptada por todo el mundo", dice Murro.

Sacando músculo

Una de las características de la saga es la exhibición de los cuerpos trabajados en el gimnasio de sus protagonistas, un poco ayudados por tecnología digital. "Adiós al helado", mira con melancolía Santoro. "Y al chocolate", añade Stapleton. "Fueron diez semana de entrenamiento previo", continúa el actor australiano, añadiendo que "no solamente el uso de la espada, sino el gimnasio y la dieta. Es un sacrificio, sí. Pero cuando después me vi al espejo, no lo podía creer". Sumada a la dieta y al ejercicio, Santoro pasó por una intensa sesión de maquillaje: "Eran cinco horas para maquillarme y dos horas para sacar todo".

300: Rise of an empire ocurre casi en simultáneo con la batalla de Termópilas del filme original. Este cinta se centra en la batalla de Artemisia, donde el ejército persa, liderado por Xerxes, y junto a su comandante naval, Artemisia, interpretada por Eva Green, lucharon contra una unión de ciudades griegas.

"Es mi primer papel de acción propiamente tal. En Casino Royale no hice nada físico. Pero acá tuve la oportunidad de entretenerme con la violencia, cortar a la gente a la mitad. Es muy liberador ser violento. Artemisia es despiadada, no tiene remordimientos", dice Green. Murro agrega: "es muy difícil encontrar en estos días en la pantalla grande un personaje femenino que esté enfocado, no posea ningún matiz moral y sea una máquina de matar. A los personajes femeninos de hoy se los suaviza con alguna característica redimible. Artemisia, no. No pide perdón ni le interesa la redención".