Pinochet íntimo y preso: novela narra el año que pasó en Londres
El periodista y escritor Alfredo Sepúlveda lanza Virginia Water, un relato de ficción inspirado en el arresto del general en 1999.
"Preferiría no hacerlo", responde Augusto Pinochet arrugando la nariz. Así enfrentará a su biógrafo, esquivándolo. Durante su arresto domiciliario en Londres en 1999, el ex dictador chileno recibe a diario a un historiador británico que prepara un libro sobre su vida. Está recomendado por Margaret Thatcher y se le han abierto las puertas a la intimidad de la familia; Pinochet escucha sus preguntas, pero una y otra vez cambia de tema, responde lo que quiere, se escabulle, etc. Es un hombre viejo escapando de cualquier responsabilidad y en sus rodeos vacíos se sostiene buena parte de Virginia Water, la nueva novela de Alfredo Sepúlveda.
Ya en librerías, se trata de una obra de ficción hecha con asuntos reales: a través de un inglés que silenciosamente carga con la muerte de su hijo, Sepúlveda entra y sale de la casa que Pinochet arrendó en la villa de Virginia Water durante más de un año, esperando una decisión de la justicia británica ante la solicitud del juez español para procesarlo por delitos de lesa humanidad. Es una mirada al día del "vía crucis" del general, como dice el autor, y a la vez un intento por dilucidar cómo opera la mente de los pinochetistas. Algo más: pocas veces la literatura chilena había tomado un hecho tan reciente y es posible que nunca Pinochet ocupara un lugar tan protagónico.
"Al momento de ponerlo de personaje sé que lo humanizo. Era un viejo que estaba enfermo, que estaba medio gagá, que enfrentaba una situación de crisis y todo eso está en el libro. Es un riesgo. No es que a mí me guste Pinochet ni mucho menos, pero no me interesaba agarrar al viejo y darle. Me interesaba explorar su cotidianidad y ver cómo desde ahí emerge un personaje distinto. Sé que estoy trabajando en el filo de la moral", dice Sepúlveda.
Autor de la biografía de O'Higgins, Bernardo ("Mi país fue inventado por un irlandés", dice el militar en el libro), Sepúlveda antes de empezar con Virginia Water intentó escribir una biografía de Pinochet. "No estoy para eso todavía, creo que necesito unos 10 años más", dice. Y agrega: "Esta novela es un poco la biografía frustrada de Pinochet que yo no me atreví a hacer".
Escrita en base a sus recuerdos personales de Pinochet y los días de su reclusión en Inglaterra, la novela toma algo que Gonzalo Vial apuntó en su biografía sobre el ex mandatario: el general no dejaba entrar a nadie a su lado íntimo y sentimental. "Nunca reveló nada de su interioridad", dice Sepúlveda, que viajó el año pasado a Virginia Water: cruzó las vallas del condominio y miró de cerca esa amplia casa rodeada de árboles, a una hora y media de Londres, donde los Pinochet imaginaron el encierro. No pudo entrar.
Mientras avanza el retrato a Pinochet y los suyos, Sepúlveda le da cada vez más espacio al biógrafo, un hombre que se desmorona tras la muerte de su hijo. Se cree culpable. "Al final escribí la novela con menos Pinochet en la cabeza que con el biógrafo: creo que el libro es una gran escenografía para hablar de la cobardía", dice.
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