Potencian desarrollo del casco histórico de Valdivia como atractivo turístico

Proyecto visibiliza a turistas trazado del cerco Duce, construido en 1780 para proteger la ciudad.




Círculos rojos pintados a lo largo de la calzada en el centro histórico de Valdivia llaman la atención de los habitantes de una de las 10 ciudades más antiguas de Chile. También de los turistas de todo el mundo que han llegado  a la capital de la Región de Los Ríos.

Esta señalización muestra el trazado de lo que fue el cerco Duce, bautizado en honor al ingeniero aragonés Antonio Duce, que en 1780 lo  construyó para defender la ciudad. Fue una orden de la corona española que hoy  delimita el casco fundacional de la ciudad.

"Quisimos reflotar la memoria histórica en una ciudad que, a diferencia de otras, fue devastada varias veces por batallas y desastres naturales, borrando sus vestigios", señala Felipe Araya, director del proyecto Cerco Duce.

"Ayer vimos los museos, aprendimos qué son los torreones, sobre el cerco y por qué ya no está. Valdivia está lleno de patrimonio que uno a veces no conoce", cuenta Bárbara Raposo, turista de Temuco, mientras recorre el casco histórico con forma de triángulo. Al unir los planos antiguos con el actual, uno de sus lados es el cerco Duce y  los otros dos corresponden al río como límite natural (ver infografía).

El cerco, construido con distintos materiales,  fue desapareciendo con el tiempo, y hoy sólo quedan como vestigios visibles dos torreones en ambos extremos del trazado. "Este cerco fue construido en diálogo con el relieve de la ciudad, marcando los desniveles entre las zonas altas y los pantanos. Es una huella histórica de una decisión urbanística que pesa hoy en día, por eso Valdivia es tan irregular. No se construyó como tablero de ajedrez como el resto de las ciudades", explica Ricardo Mendoza, quien colaboró en el rescate patrimonial del cerco Duce como antropólogo y experto de la Comisión de Monumentos Nacionales.

Los resultados de la investigación sobre el cerco Duce  fueron levantados en tótems informativos en la vía publica, para que valdivianos y turistas conozcan la historia y recorran lo que fue el cerco como parte de un circuito turístico cultural. "Para la región es muy relevante poner en valor el patrimonio histórico de Valdivia, pero sobre todo, cómo el turista vive esa experiencia. En ese sentido, la intervención y rescate del cerco Duce permite a los turistas compartir ese legado", señaló Paulina Steffen, directora de Sernatur Región de Los Ríos.

TURISMO PATRIMONIAL

El proyecto viene a potenciar el casco histórico de la ciudad, en el que destaca la tradicional calle General Lagos que, como zona típica, poco a poco se está convirtiendo en un proyecto similar al barrio Lastarria en Santiago. En un proyecto conjunto  con la Cámara Chilena de la Construcción, se instalaron  el año pasado 16 placas informativas en las casas coloniales del sector, donde se revela el legado arquitectónico de la colonia alemana.

Carola Maturana es dueña de la peluquería Patiorosa, que funciona  en  la casa patrimonial Plumas, de 125 años de antigüedad y que comparte con un café restaurante y un taller de arte.  En el lugar se mantienen el piso original de laurel y la estructura.

"Esta casa tiene cuatro metros de altura, la fuimos restaurando de a poco, pero afortunadamente nos ha ido bien. Es una peluquería boutique que funciona sólo por dato. Llegan muchos turistas extranjeros y emprendedores jóvenes atraídos por el diseño y la arquitectura", cuenta Maturana.

En la misma calle está el hotel Naguilán, junto a la ribera del río, y que funciona en una casa centenaria, propiedad de una naviera de los tiempos del auge industrial de Valdivia.

"Los pasajeros se impresionan porque hay muy pocos hoteles que funcionen en edificios reciclados. Fue una inversión muy grande para mantener el estilo,  nos asesoramos por el sacerdote e historiador valdiviano Gabriel Guarda, y para nosotros es una responsabilidad con el patrimonio mantenerlo", explica Francisco Luzzi, gerente del hotel.

En tanto, para Pedro Perinetti, presidente de la Cámara de Turismo de Valdivia, el desarrollo turístico del barrio histórico es la oportunidad para atraer nuevas inversiones.

"Aún hay disponibilidad de  casas alemanas históricas para invertir en nuevos servicios turísticos. La mezcla de lo patrimonial con la comodidad de lo moderno está muy de moda y es  lo que el turista extranjero busca. Debemos ser capaces de responder a esa demanda", señala Perinetti, quien es dueño del hotel boutique Casona Borderío, también ubicado en la calle General Lagos. Esta casona de la familia Pausenberger fue construida a comienzos del 1900 con  elementos propios del estilo neoclásico y del revival, con dos corredores en el frontis, ventanas de medio punto y un mirador elevado que la diferencian de las  otras casas del sector. La casona Borderío figura ya en fotografías del 1900 y es, según el padre Gabriel Guarda, "el más hermoso ejemplar subsistente del siglo anterior", manteniendo intacto su diseño original y sobre- viviendo al gran incendio de 1909 y al maremoto de 1960.

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