Pro rector Universidad Gabriela Mistral: La universidad no se ha vendido ni se vende, son los terrenos los que podrían o no venderse"

La autoridad da cuenta de las desconocidas gestiones de ex propietarios de la institución con la isapre Masvida.




Los dueños de los terrenos donde funciona la Universidad Gabriela Mistral (UGM) en Providencia son de la familia Merbilháa Romo, quienes hasta diciembre de 2013 eran los sostenedores del plantel. La casa de estudios arrienda el espacio donde opera esa sede y tienen un contrato por 20 años. Sin embargo, el Sodalicio de Vida Cristiana, que es el actual sostenedor de la UGM, se enteró que los propietarios del lugar alcanzaron un acuerdo de venta con la isapre Masvida, pese a que "a partir de abril de 2014 la señora Alicia Romo (ex propietaria y ex rectora) y su familia dejaron el directorio y, por lo tanto, de estar vinculadas a nuestra casa de estudios", dijo el pro rector de la universidad, Cristián Canevaro.

Esto, enfatizó, no significa que no resten asuntos legales y financieros pendientes con los ex sostenedores, como explica Canevaro. "Como es de conocimiento público a través del informe del CNED, los antiguos sostenedores mantenían una deuda con la UGM cercana a los $ 13.000 millones. La universidad, por medio de una novación bancaria a los antiguos controladores, disminuyó las cuentas por pagar a los bancos en aproximadamente $ 6.000 millones, quedando un saldo por cobrar a ellos de alrededor de $ 7.000 millones. Hoy la UGM no tiene deudas de largo plazo con el sistema bancario".

¿La universidad estaba al tanto de las negociaciones entre los antiguos sostenedores y Masvida?

Hasta Febrero de 2015, representantes de la UGM y de los antiguos sostenedores, sostuvieron conversaciones con la gerencia de Masvida explorando la posibilidad e interés que podían tener en las instalaciones que ocupa la universidad. Estos acercamientos no tuvieron ningún resultado concreto. Posteriormente, nos enteramos de que los antiguos sostenedores continuaron esas conversaciones. Sin embargo, nosotros no tenemos conocimiento de lo acordado, ya que no participamos de esa nueva ronda de negociaciones. Desconocemos si lo firmado es simplemente una promesa de venta o si es una operación cerrada. No tenemos acceso a los términos del acuerdo.

¿Entonces ustedes sí estaban pensando en cambiar de ubicación?

Así es. Desde que asumimos el control de la universidad, teníamos claro que debíamos buscar un local más adecuado para la UGM, ya que las actuales instalaciones responden a una institución con una oferta académica de mucha dispersión de carreras que no se ajusta a nuestro plan de desarrollo.

¿Están buscando una nueva ubicación?

Así es, en la misma comuna de Providencia o comunas vecinas, pues la conveniencia de conectividad y el transporte es esencial para nuestros alumnos.

¿Cómo ha sido la reacción de los alumnos?

Antes que todo hay que aclarar que la universidad no se ha vendido ni se vende. Son los terrenos los que podrían o no venderse. Como es lógico de suponer, los alumnos y nosotros hemos tenido una reacción de desconcierto. Pero una vez que pasaron unos minutos, los directivos de la universidad hemos conversado con los alumnos. Ellos conocen nuestro compromiso y el esfuerzo que estamos haciendo para sacar adelante la universidad. Justo esta semana, en un hecho inédito en el funcionamiento interno de la UGM, se han elegido centros de alumnos en cada carrera que se imparte en nuestra universidad.

¿El contrato por 20 años implica que, aunque Masvida compre las propiedades, no puede sacar a la universidad?

Efectivamente. Eso es lo que significa. Salvo que Masvida se ponga de acuerdo con la universidad a fin de que ésta busque una nueva sede y se mude. Pienso, además, que los antiguos sostenedores tendrían que llegar a un acuerdo con la universidad y para ello pienso que es fundamental que se pague o se garantice el pago de las cuentas por pagar que se deben a la institución.

¿Es en la actualidad esta universidad económicamente viable?

La universidad UGM es totalmente viable. Tenemos en marcha un plan de reposicionamiento y de desarrollo institucional. Asimismo, los actuales sostenedores ya han dado muestras claras de compromiso con el futuro y la viabilidad de la universidad, aportando fondos muy importantes para la sostenibilidad de la misma y para lograr su acreditación.

¿Y cómo van a recuperar esos fondos que están aportando?

Para nosotros una universidad es un proyecto eminentemente apostólico y de evangelización de la cultura, de servicio a la sociedad y de construcción de país. Por lo tanto, no esperamos y no es nuestra intención recuperar los fondos aportados hasta hoy o los futuros.

¿Se presentarán al próximo proceso de acreditación?

Por supuesto. Desde el día en que la universidad no renovó la acreditación se viene trabajando en el próximo proceso de acreditación conducido por la Dirección de Planificación y Aseguramiento de la Calidad. Nuestro desafío es contribuir con un nuevo proyecto académico de la UGM, basado en la excelencia que los nuevos sostenedores buscan desarrollar, destacando proyectos de innovación académica, un mayor vínculo con el sector empresarial, conectado a las mejores universidades del mundo, con profesores de primer nivel, lo cual redundará en el desarrollo de nuestro país construyendo capital cultural en jóvenes de clase media, que buscan una universidad de menor tamaño, más orientada hacia las necesidades individuales y donde son visibles. Esto, apoyado entre otros elementos, como la creación de un fondo para financiar los estudios de jóvenes con talento, pero sin los medios económicos suficientes para acceder a la educación superior.

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