Protagonista de Gossip Girl posa en lencería para GQ

Es la villana, la caprichosa, la que siempre se sale con la suya en Gossip Girl (domingos a las 01 AM, por Warner), la mejor serie de adolescentes que se ha hecho en los últimos años. Y el papel de Blair Waldorf ha sido el trampolín para que Leighton Meester (23) se haga famosa. Con ese estatus, como la figura que viene, la revista estdaounidense GQ la retrató sugerentemente para su edición de diciembre. Provista de lencería negra, con poses hot y con cara de que viene de vuelta y que recuerda aquel rumor que decía que había un video sexual suyo circulando por internet. Un trascendido que para ella no fue más que una "mentira". Pero que alimentó aún más su estrellato.

Porque Meester va camino a Hollywood. Para el próximo año está contemplada en tres películas: la comedia Date Night (junto a Mark Wahlberg, Tina Fey y James Franco); el thriller The Roommate; y el drama con tintes musicales Love Don't Let Me Down (junto a Gwyneth Paltrow). Proyectos fílmicos que se suman a una inminente carrera como cantante: en abril pasado firmó contrato con Universal Republic para lanzar un disco "entre electrónico y dance", como ella misma definió.

Con proyectos bajo el brazo y fotos sensuales, Meester da con la pasta de estrella. Al menos tiene una historia que condimenta el mito: nació de una madre que fue condenado a 10 años de prisión por contrabando de marihuana, cumpliendo su condena en la prisión federal en Texas. La historia, digna de una telenovela, la reveló hace algunos meses la revista Us Weekly, que contó que su mamá estaba embarazada cuando entró en la prisión federal en Texas y dio a luz mientras ella estaba comenzando su sentencia tras una condena por su participación con una red de narcotraficantes que contrabandearon 1.200 libras de marihuana en los traslados de los Estados Unidos de Jamaica. Su padre, Doug, también fue parte de la operación de contrabando. Hoy en día, Doug trabaja en obras de construcción y Connie es guionista.