Puigdemont desafía a Madrid y llama a catalanes a una resistencia pacífica
El líder catalán desconoció este sábado la destitución por parte del gobierno español, que aplicó el artículo 155 de la Constitución. También se relevó a la cúpula de la policía regional, los Mossos d'Esquadra.
La tensión entre Madrid y Barcelona no termina. Este sábado, el destituido presidente catalán, Carles Puigdemont, llamó a resistir pacíficamente ante la toma de control de Cataluña por parte del gobierno español tras la declaración de independencia en el parlamento regional. "Seguiremos trabajando para construir un país libre", afirmó Puigdemont en un discurso televisado, que fue grabado en la sede de la Generalitat en Girona, localidad cercana a Barcelona donde él reside.
En su alocución de apenas tres minutos Puigdemont, que tenía la bandera catalana de fondo, hizo sucesivos llamados a la calma. Pidió a la ciudadanía que mantenga "la única actitud que nos puede hacer ganadores", esto es, el pacifismo y el civismo. "Sin violencia, sin insultos, de manera inclusiva, respetando personas y símbolos, y también respetando las protestas de los catalanes que no están de acuerdo con lo que ha decidido la mayoría parlamentaria", sostuvo.
Poco antes de la declaración del líder independentista, fuentes de ese movimiento explicaron a la agencia EFE que el gabinete de Puigdemont no se da por destituido y tiene previsto mantener su actividad para desarrollar el encargo recogido en la resolución aprobada por el Parlamento autonómico.
Esta declaración de independencia del Parlamento catalán llevó al Ejecutivo español a aplicar el artículo 155 de la Constitución. Así, aprobó -con el respaldo del Senado- una serie de medidas para recuperar la legalidad constitucional. Entre ellas figura el cese de todo el gabinete de Puigdemont y la convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de diciembre que anunció el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, y que se hicieron efectivas con la publicación inmediata en el Boletín Oficial del Estado.
Así, Madrid comenzó este sábado a asumir las funciones que hasta el viernes ejercía el gabinete regional catalán. De esta forma, una comisión de secretarios y subsecretarios de Estado se reunió durante la jornada para asegurar el funcionamiento de la administración autonómica y de todos sus organismos conforme al orden constitucional.
Mariano Rajoy, a su vez, delegó en su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, las funciones y competencias de jefe del Ejecutivo de la región de Cataluña, tras el cese de Puigdemont.
Además, relevó a la cúpula de la policía regional de Cataluña, los Mossos d'Esquadra. Su director aceptó su cese y el mayor Josep Lluís Trapero también cedió su lugar a su número dos, Ferran López, como ordenó el ministerio del Interior español. Según explica la agencia EFE, Trapero, que es investigado por la Audiencia Nacional por un delito de sedición, tuvo un papel controvertido durante la consulta independentista del pasado 1 de octubre en Cataluña.
La convocatoria a elecciones para el 21 de diciembre puso el cronómetro a los partidos independentistas catalanes, que deben decidir si se presentan o no a las elecciones. Según explica el diario La Vanguardia, los partidos que quieran concurrir en coalición deberán comunicarlo a la junta electoral antes del próximo 6 de noviembre.
"Si ellos deciden no participar o boicotearlas con el relato de que ellos ya han declarado la república catalana y que están viviendo en un Estado independiente, lo más probable es que el Estado español los aplaste de una manera democrática. Sacando de las elecciones una composición del Parlamento, formando un gobierno y comenzando a actuar de manera normal, como una comunidad autónoma sin partidos independentistas con representación. Creo que eso es poco probable que pase", explicó el periodista del periódico El Diario Arturo Puente a La Tercera. "Lo más probable que pase es que los partidos independentistas se presenten a las elecciones y, para ello, tendrán que asumir que la declaración de independencia que han hecho no sirve para constituir una república. Tendrán que hacer un relato alternativo de lo que ha pasado en Cataluña en el último mes y medio. Y si se presentan puede pasar que ganen. Y si es así, yo veo una derrota del Estado y tendrían que hacer algún tipo de reconocimiento o de pacto con los independentistas", añadió.
Para el especialista en historia catalana de la Universidad de Cardiff en Gales, Andrew Dowling, fue "muy inteligente de parte de Madrid haber impuesto las elecciones". "Desde la perspectiva de los catalanes independentista, si aceptan las elecciones significa que no son un país independiente. Así que es una derrota. Si ellos se niegan a participar, pierden", indicó a La Tercera.
En la misma línea, un sondeo de Metroscopia para el diario El País reveló que el 52% de los catalanes está a favor de disolver el Parlament para celebrar elecciones autonómicas, frente a un 43% que lo rechaza. Mientras, un 55% de los catalanes está en desacuerdo con la declaración de independencia y un 41% está a favor.
"No creo que veamos ninguna solución política en el corto plazo. Creo que el problema se empeorará antes que se mejore. Pero Madrid por mucho tiempo ha ignorado el problema en Cataluña. Si no es este año, el próximo, tiene que llegar un punto en que Madrid llegue a una negociación política con Cataluña para ofrecerle un nuevo acuerdo", concluyó Dowling.
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