Rebeldes prorrusos y servicios de rescate ucranianos retiran los cadáveres del lugar del siniestro del avión malasio

Los servicios de rescate ucranianos informaron de la localización de 198 de las 298 víctimas mortales del presunto derribo del Boeing 777 malasio. Los cadáveres fueron cargados en vagones refrigerados que se dirigieron a Donetsk para que puedan ser entregados a las autoridades ucranianas.




Los servicios de rescate ucranianos han retirado la mayoría de los cuerpos localizados en campo abierto junto a la localidad de Grábovo, según pudo saber Efe.

"Allí sólo quedan unas 20 bolsas con partes de cuerpos que no estaban enteros", dijo a uno de los socorristas ucranianos entrevistado a pocos metros del lugar de la tragedia.

Los servicios de rescate ucranianos informaron de la localización de 198 de las 298 víctimas mortales del presunto derribo hace tres días del Boeing 777 malasio en la región de Donetsk, en una zona próxima a la frontera con Rusia.

Los cadáveres localizados en Grábovo fueron cargados en cinco vagones refrigerados que se dirigieron a Donetsk, donde serán trasladados a hospitales de esa ciudad hasta que puedan ser entregados a las autoridades ucranianas, según dijo uno de los líderes de los separatistas prorrusos.

"Estamos dispuestos a entregar los cuerpos a Mariupol (ciudad en el sur de la región de Donetsk, controlada por Kiev), porque ya tenemos problemas de sobra, pero Kiev tarda en tomar la decisión", dijo uno de los rebeldes prorrusos, Leonid Baránov.

Los separatistas prorrusos reconocieron haber trasladado ya a Donetsk a varias decenas de cuerpos de las víctimas del siniestro del Boeing 777 malasio, derribado hace tres días por un misil con 298 personas a bordo en el conflictivo este de Ucrania.

"ACCESO TOTAL Y LIBRE"

La comunidad internacional está cada vez más indignada con los rebeldes y con sus supuestos protectores del Kremlin tras la caída del avión que, según  Estados Unidos fue abatido por un misil.

Washington cree que Moscú brindó baterías de misiles a los separatistas prorrusos y las recuperó después de que una de ellos derribara el avión, según  publicó la prensa estadounidense la noche del sábado.

Hoy, el presidente francés, François Hollande, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron,  "exigieron" al presidente ruso Vladimir Putin que consiga que los separatistas prorrusos permitan el acceso "total y libre" a la zona donde se estrelló el vuelo MH17, que hacía la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país ha perdido a 192 ciudadanos en el accidente, también habló con Putin y le urgió a "hacerse  responsable" de una investigación creíble, durante una conversación telefónica que describió como "muy tensa".

Ucrania acusa a Rusa de ayudar a los insurgentes a destruir pruebas vitales que podrían probar su implicación en el supuesto derribo del Boeing 777 el  jueves por la tarde.

Pero lo que sugieren las autoridades rusas es que el nuevo gobierno de Kiev lanzó el ataque para culpar a los rebeldes y convencer así a sus aliados occidentales para que le ayuden militarmente a combatirlos. 

Los rebeldes, que controlan el este de Ucrania desde abril, han limitado el acceso a la zona del siniestro a los 30 observadores de la Organización de  Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que quieren asegurase de que los restos humanos reciban un trato respetuoso.

El secretario de Estado John Kerry dijo a su homólogo ruso Serguei Lavrov que Washington estaba "muy preocupado" por el hecho de que se hubiera prohibido un "acceso adecuado" a los investigadores.

Tras esta conversación, Moscú publicó un comunicado pidiendo que se entregaran a los inspectores internacionales las "pruebas materiales, incluidas  las cajas negras" para que puedan hacer una investigación independiente.

Pero Putin niega firmemente que tenga control sobre los rebeldes y uno de sus líderes mandó el domingo un correo electrónico a la prensa anunciando las  condiciones que imponía para permitir acceso ilimitado a la zona, las mismas que Kiev ha estado rechazando durante las últimas semanas.

EQUIVALENTE AL 11S 

El presidente ucraniano Petro Poroshenko se niega a volver a establecer un alto el fuego hasta que los separatistas no entreguen las armas.

El domingo intentaba convencer a los líderes internacionales de que  reconocieran a las milicias como organización terrorista y que fueran juzgados  en el Tribunal Penal Internacional de La Haya.

Al presidente francés, François Hollande, le dijo que la catástrofe del  avión malasio era similar a los atentados de 2011 en Estados Unidos.

"No hay diferencia entre lo que ha sucedido en Ucrania y lo que pasó el 11 de septiembre en Estados Unidos o en la tragedia de Lockerbie", dijo Poroshenko  haciendo referencia al lugar en el que se estrelló el vuelo de Pan Am, víctima  de un atentado en el que murieron casi 300 personas en 1988.

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