Régimen sirio mata a 93 rebeldes que se tomaron antiguo emplazamiento de las Cruzadas

La toma el jueves de la fortaleza sobre una colina es tan simbólica como estratégica. Es la más reciente de una serie de victorias del gobierno cerca de la frontera libanesa, utilizada por los rebeldes como pasaje de combatientes y suministros.




Un comandante del ejército sirio que condujo el ataque contra los rebeldes parapetados en un castillo que data de la época de las Cruzadas dijo que sus hombres mataron a 93 combatientes de la oposición cuando huí­an a Lí­bano.

El comandante dijo el viernes que los rebeldes muertos formaban parte de un grupo de 300 que desalojaron el dí­a anterior del Crac de los Caballeros, un sitio proclamado por UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad en el centro de Siria.

No dijo cuántos murieron en las horas de lucha que les llevó tomar el castillo.

El comandante habló a la prensa durante una visita al lugar organizada por el gobierno. No dio su nombre en cumplimiento de regulaciones.

Los rebeldes controlaban el castillo desde 2012. Eran visibles los daños por el combate, incluso muros derribados.

Los periodistas observaron signos de una huida precipitada del Crac, incluso alimentos que quedaron sobre una cocina improvisada.

La toma el jueves de la fortaleza sobre una colina es tan simbólica como estratégica. Es la más reciente de una serie de victorias del gobierno cerca de la frontera libanesa, utilizada por los rebeldes como pasaje de combatientes y suministros.

El pueblo cercano de Hosn quedó devastado por la lucha. Los periodistas que visitaron el lugar con la escolta del ejército vieron varios automóviles en llamas y columnas de humo negro elevándose por el aire. La mayorí­a de los residentes habí­a huido antes, aunque el viernes se vio a unas 50 personas, mayormente mujeres y niños, saliendo del pueblo.

No estaba en claro si todo el daño al castillo y a Hosn se debió a la batalla del jueves. El comandante dijo que sus fuerzas tomaron el castillo a primera hora de la tarde. Dijo que se negó a conceder una ví­a de escape a los 300 rebeldes parapetados en el castillo y que lanzó el ataque final después de ver a los rebeldes que huí­an.

Por lo menos 93 rebeldes murieron en ese entonces, agregó. No dijo cuántos habí­an muerto en las varias horas de lucha que tardó en tomar la posición y admitió que varios de sus hombres murieron el jueves.

El Crac de los Caballeros es uno de los castillos mejor preservados de la era de las Cruzadas, pero como casi todos los tesoros arqueológicos e históricos de Siria, el conflicto de tres años ha cobrado su precio.

Naciones Unidas advirtieron la semana pasada que lugares antiguos cristianos y musulmanes son atacados y demandaron que cese inmediatamente la destrucción de la herencia cultural siria.

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