Resurrección en Brest

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En un intenso partido, la selección chilena vence a Bahréin y se acerca a su mejor posición histórica tras cuatro fases finales.




Rodrigo Salinas abraza a un emocionado Pablo Baeza, quien, con lágrimas, saluda a cada integrante del equipo de Bahréin en la tradicional costumbre posterior a un partido de balonmano. "La emoción que sentí estuvo totalmente relacionada con las situaciones de juego, de no tomar la decisión correcta en momentos determinados. Errores por falta de concentración, pero estoy muy feliz por la felicidad del equipo", aclara el extremo derecho. Chile se impuso por 35-30 y el objetivo de conseguir la 21ª posición en el Mundial de Francia está cada vez más cerca.

No era fácil plantarse en la cancha del Arena de Brest luego de la dramática eliminación del viernes. Sin embargo, Chile mostró el gran avance que ha tenido en los últimos mundiales de balonmano.

El duelo se disputó ante cuatro mil espectadores. Un partido muy friccionado, donde el entrenador Mateo Garralda debió en su momento pedir tiempo para calmar las aguas, se definió a favor de Chile en los últimos 10 minutos; sí, ese mismo tramo del partido cuando el viernes la Roja pecó de inexperiencia.

La primera mitad terminó con ventaja de cuatro goles para los nacionales. En los minutos iniciales, Bahréin, liderado por su goleador Husain Alsayyad, se logró adelantar por dos tantos, pero vino la reacción a través de Esteban Salinas, elegido luego como el mejor jugador del partido, y de un inspirado Erwin Feuchtmann. A través de ellos se equipararon las acciones, sobre todo por la paciencia en el ataque.

El equipo asiático se plantó de buen modo en su campo y la tranquilidad fue la clave para encontrar soluciones rápidas y concretarlas en gol. En defensa, Chile cerró de buena manera a través de sus cuatros centrales, que impidieron lanzar cómodamente a los tiradores contrarios.

El cierre de la primera mitad fue positivo para la escuadra de Garralda, pues dos tantos de Salinas pusieron arriba a Chile por 18-14. El técnico explicó luego lo que dijo durante el descanso: "Remarqué lo que se estaba haciendo de manera correcta. En defensa, estábamos funcionando bien, pero en ataque conseguíamos muchas situaciones y no lográbamos concretarlas. Bahréin, en su repliegue defensivo, estaban teniendo muchos problemas y a través de nuestros extremos lográbamos penetrar la primera línea de ellos".

El penal de Barrientos

En la segunda mitad, los asiáticos salieron con todo para estrechar el marcador y recortaron la desventaja a sólo dos goles.

Cuando el partido ingresó en los últimos 20 minutos, aparecieron extraordinariamente los arqueros chilenos. René Oliva y Felipe Barrientos tuvieron 16 tapadas, la mayoría en el tramo postrero, cuando la pelota pesaba cada vez más en los brazos de los jugadores. Incluso, Barrientos atajó un penal con la cabeza en el minuto 52 y después hizo un gesto hacia la banca, celebrando su tapadón.

Fue en los últimos 10 minutos cuando el duelo tuvo la mayor adrenalina e intensidad. Chile jugó durante dos minutos con dos jugadores menos debido a las expulsiones de Erwin Feuchtmann y Erick Kaniu, pero gracias al gol de Harald Feuchtmann, en este complicado momento, la Roja pudo mantener la ventaja de 31-28 y extender la victoria en los últimos cinco minutos luego de concretar un parcial de 5-1 a su favor.

Hoy, Chile se enfrentará a Japón, en un encuentro que será una verdadera final.

Respecto del partido, Garralda asegura que será un partido a muerte: "Los nipones son un equipo realmente rápido. Tienen una movilidad y circulación de balón muy rápida y defensivamente crean muchísimos problemas. Rompen la circulación contraria con presiones".

Pablo Baeza, en tanto, se ilusiona con la posibilidad de conseguir el 21º puesto: "Estamos creciendo cada vez más como equipo y jugando colectivamente mejor. Eso nos hace un equipo de alto nivel. Japón es un equipo físicamente rápido y eso los hace peligrosos, pero confío plenamente en nosotros; si jugamos sin cometer errores, el triunfo seguro será nuestro".

A las 11.00 (hora de Chile), la Roja buscará conseguir por primera vez, en cuatro participaciones, quedar entre los 21 mejores en un Mundial. El objetivo de clasificar a la segunda fase en Francia 2017 se escapó; las ganas de inscribir en la historia el nombre de Chile, no.

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