Secretario general de Ayuda a la Iglesia que Sufre: "El Estado Islámico está vencido pero su mentalidad subsiste"
Philipp Ozores explicó a La Tercera el plan de reconstrucción que realiza su fundación en el norte de Irak.
El panorama puede ser desolador: casas sin ventanas ni piso, marcas de artillería en las paredes, minas antipersonales en los campos. Esa es la realidad a la que se enfrentan miles de desplazados que regresan a sus hogares en la llanura de Nínive, en el norte de Irak, tras la huida del Estado Islámico.
En ese contexto, la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), visitó el lugar para constatar si la situación era lo suficientemente segura para iniciar la reconstrucción de las viviendas.Foto: Ayuda a la Iglesia que Sufre
En conversación con La Tercera en Santiago, el secretario general del organismo, Philipp Ozores, explicó que existen unos 300 mil cristianos en Irak, de los cuales 100 mil están refugiados en Irbil, ciudad ubicada a unos 70 kilómetros de Mosul, el ex bastión del EI en Irak.
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Foto: Ayuda a la Iglesia que Sufre[/caption]
"Las fuerzas kurdas conocidas como Peshmerga se retiraron luego de la llegada del Estado Islámico en octubre de 2014, porque no podían asegurar la situación y dejaron a la población cristiana indefensa. Llegó el Estado Islámico, que dijo: o se convierten al islam o los matamos. Y fue en ese momento que tuvieron que irse con sus familias por el desierto", relata.
Para que vuelvan esas familias, la ACN ha creado el comité de reconstrucción de Nínive, compuesto por ingenieros iraquíes cristianos (ortodoxos, católicos y caldeos), que analizó los daños y constató que hay 12 mil casas que necesitan reparación urgente.
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Foto: Ayuda a la Iglesia que Sufre[/caption]
El daño total se cifra en más de US$ 1.500 millones, pero eso incluye centrales eléctricas e infraestructura que es tarea del gobierno. El daño en las viviendas es de US$ 250 millones. Sin embargo, tomando en cuenta que ocho mil de las 12 mil casas sólo están levemente dañadas, se necesitan US$ 30 millones y US$ 50 millones para permitir que dos tercios de los refugiados cristianos puedan volver a sus casas. "Es un primer paso para asegurar la presencia cristiana en la zona", advierte.
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Foto: Ayuda a la Iglesia que Sufre[/caption]
Ozores explica que uno de los desafíos son las tensiones sectarias. "Hay que entender que acaban de salir de una guerra civil y esto se tarda en sanar las heridas. Por ejemplo, en los pueblos del norte, que eran cristianos, no hay ningún problema. Pero entre los cristianos, minorías chiitas -que también fueron expulsados por el EI- y algunos sunitas, que permanecieron ahí durante los años de ocupación y que muchas veces intentaron apropiarse de las posesiones de los cristianos, hay tensiones", dice. "En la llanura del Nínive el Estado Islámico está vencido militarmente. El problema es que la mentalidad todavía subsiste", concluye.
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Foto: Ayuda a la Iglesia que Sufre[/caption]
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