Sergio Lagos: "Al canal se le fue el timón en términos programáticos"

El próximo martes 10 finaliza el reality Generaciones cruzadas, y al día siguiente comienza el estelar La movida del Mundial, en Canal 13. Sergio Lagos participa en la conducción de ambos programas, y de los dos tiene mucho que decir, ya que sabe que la competencia con el resto de la parrilla mundialera está peleada y que el reality ha causado mucho ruido mediático por su bajo rating.

Además, el segundo semestre vuelve Mi nombre es, el espacio de dobles que Lagos encabeza y que en esta temporada enfrentará a los mejores de los años anteriores. En total, serán 120 participantes.

Se dice que junto a Diana Bolocco y Martín Cárcamo revivirán la fórmula de Viva el lunes en La movida del Mundial, ¿Es así? 

De alguna manera está toda la tradición de los programas del 13 puesta acá, y en el equipo hay gente que trabajó en Viva el lunes. Si bien somos tres conductores y estará Alvaro Salas, no somos el Kike ni Cecilia Bolocco. Esa era otra tele, otro mundo.

La competencia durante el Mundial se viene pesada, porque todos los canales pondrán a sus mejores rostros, ¿Cómo ve eso?

Yo no me paso muchas películas con el rating y la competencia. Creo que la televisión debe darle lo mejor al público, y me parece interesante que el Mundial provoque todo esto, pero no me obsesiona ganar y derrotar al de al lado.

Cerca del final de Generaciones cruzadas, ¿cuál es el mea culpa que hacen por el bajo rating?

Como equipo estamos muy orgullosos del producto que hicimos. Sentimos que hicimos un programa diferente y eso es un súper logro, porque no es fácil innovar en el género. Sin embargo, quedamos con la sensación de que el canal nos podría haber programado mejor y que se cometieron muchos errores a nivel programático.

¿O sea que ir en segunda franja no fue bien visto por ustedes? 

El horario nunca fue el correcto. La segunda franja es pésima para un producto como el reality. Nuestro cuento es mucho más relajado y no tan intenso como el de la teleserie que va antes de nosotros. Además de eso hubo mucho movimiento en la agenda de programas y por eso nadie entendió nunca nada. Si me preguntan hoy qué día vamos con el reality, no sé.

¿Y por qué cree que pasó eso?

Creo que en un minuto, al canal se le fue el timón en términos programáticos. Cuando pasa eso, obviamente, el canal entero comienza a resentirse. No digo que fue lo único que pasó, pero claro que afectó, y mucho. Y si a eso le sumamos el terremoto, el incendio, y  cambios varios, el asunto termina en que nadie entiende nada.

¿Están tranquilos como equipo?

Tenemos la tranquilidad de haber hecho un programa bonito y bien armado. Siempre sentimos que estábamos dando bote tras bote en el tema programático. Hay constantes que ocurren y que escapan de nosotros, como el proceso por el que pasa el 13. El canal tiene un problema con el rating, pero también con la programación, la definición de los directivos, con la fuga de talentos y varias otras cosas.

¿Cómo se toman el hecho de ser el reality menos visto del 13?

Hemos tenido muchos aciertos y cifras increíbles. Siento que hay que tener un temple muy especial para enfrentar con tranquilidad las derrotas y los éxitos. Lo importante es aprender, para la próxima hacer algo mejor. Hace cuatro años también estuvimos abajo, después arriba, y ahora abajo y luego volveremos a estar arriba. La cosa se mueve y eso es lo interesante de la tele.