Simona Castro, la versión chilena de Comaneci

La gimnasta entrena a diario para enfrentar sus segundos Juegos Olímpicos, en los que espera divertirse más que en Londres. Dice que la apuesta es preparar todos los aparatos igual de fuerte, pues quiere destacar en el all around. Su casa, el CAR y la compañía de su madre y también entrenadora es de lo único que sabe por estos días.




Simona Castro dice que estará más relajada en estos Juegos Olímpicos, los segundos para ella, después de la experiencia en Londres 2012. Se prepara diariamente para la cita en Río, con esperanza en el futuro y también un ojo en el pasado reciente, donde tuvo que luchar bastante para sellar una clasificación definitiva. 

La gimnasta se levanta de madrugada y encamina sus pasos hacia el Centro de Alto Rendimiento (CAR) del Estadio Nacional, junto a los de su madre, la también entrenadora (y jueza) Isabel Lazo. Allá comparte la preparación con otras alumnas de su mamá y con su hermana Martina, también gimnasta.

Sus días de entrenamientos varían. "Dependiendo de la semana, del período de preparación, me levanto seis y media o siete y media, vamos al CAR, calentamos, hacemos trote, la parte aeróbica, elongación, preparación física y trabajo técnico. Eso, en la jornada de la mañana; después, en la tarde, que es de tres a seis o seis y media, hacemos el trabajo previo de nuevo, y la segunda parte de lo técnico", relata la deportista del Team Chile.

Castro dice que no se concentrará en ningun aparato, que no le dará prioridad, pues la idea es que el puntaje conjunto la haga destacar en la competencia. "Voy por el all around, por los cuatro aparatos, y esperamos nos dé resultados a nivel internacional", asegura. 

Pero eso no quiere decir que cada uno de los aparatos se lleve la misma cantidad de tiempo en sus entrenamientos. Cada uno es distinto y eso se refleja a la hora de planificar las jornadas. "Es difícil aprovechar harto tiempo en cada uno, para corregir, para modificar. Puede variar entre media hora un aparato a una hora u hora y media, dependiendo de las necesidades de cada uno", comenta.

Más se le ve entrenando viga y paralelas, pero eso es porque son las que producen más errores y fallas, "las que de verdad más cuestan porque son de fuerza bastante específica, que no se comparan con correr y saltar, en salto, o correr y rechazar, en suelo. En ese sentido toma más tiempo, mayor dedicación y mayor trabajo".

Por estos días, la gimnasta y su entrenadora están haciendo algunas modificaciones en la parte técnica, las que pondrán en juego en próximas competencias. "En salto, el que hago lo venimos trabajando hace más de un año, estamos superando algunos problemas en la recepción en el Yurchenko un giro y medio, esperemos que esté listo para los Juegos. En viga de equilibrio, hicimos algunos cambios en dificultad, subimos de tres a cuatro décimas, que es bastante y espero que eso nos dé mayor puntaje en las clasificatorias", comenta Castro.

Quedan exactamente dos meses para los Juegos de Río, un ciclo olímpico que ha sido muy diferente para Simona Castro. "Para Londres la clasificatoria ni la sentí, porque estaba en la universidad (en Estados Unidos), corría de allá para acá. Este de Río fue un proceso bastante largo desde el año pasado hasta abril de este año, con bastantes competencias", dice la deportista.

Claro, a todo eso hubo que sumarle el período de preparación que fue antes de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 (a los que no asistió), que sí le sirvió para preparar el Mundial. Ese torneo fue el primer test clasificatorio para los Juegos Olímpicos, luego debió  participar en Canadá en una competencia menor en la que su única rival era Makarena Pinto, pues determinaba qué chilena iba al Preolímpico, en abril.

Eso, en lo que cansa; en lo que esperanza, Simona Castro tiene bien claros sus objetivos en Brasil. Y también sabe que ese proceso diferente la hará sentir de una manera distinta: "Creo que van a ser unos Juegos más entretenidos, voy a estar más relajada. La primera vez uno se pone nerviosa, el público es bastante más numeroso que en cualquier otro evento. Es una celebración de la gimnasia, es el mayor difrute y ojalá que la gente lo disfrute de la misma manera".

¿Qué resultado la deja conforme? Castro asegura que "antiguamente, las expectativas eran los 53 puntos en el all around". "Pero con los cambios que estamos haciendo ojalá sea mayor. Quedo feliz entre las 25 mejores del mundo, pero es una meta que necesita más trabajo todavía", añade. Tras decir eso, volvió a los entrenamientos.

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