Sobreviviente de derrumbes en Brasil compara situación con caída de Torres Gemelas
Un repartidor de botellas de agua se econtraba dentro de uno de los tres edificios colapsados en Río de Janeiro y resultó ileso. Testigos dijeron que escucharon un crujido de las estructuras y vieron la caída de yeso antes de la catástrofe. Una capa de polvo cubrió a los que lograron escapar.
Varios testigos narraron su experiencia tras salir ilesos del derrumbe de tres edificios en el centro de Río de Janeiro y que ha dejado hasta el momento un saldo de cinco muertos.
"Esto parecía el 11 de setiembre" de 2011 tras los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York, contó el repartidor de botellones de agua Vicente Cruz, quien se encontraba en uno de los tres inmuebles de 20, 10 y 4 pisos que se desplomaron a sólo metros del histórico Teatro Municipal de la ciudad..
"Yo tuve suerte, parecía que estaban tirando basuras arriba del tejado, yo vi una losa cayendo y salí corriendo, si me quedaba se caía sobre mí", agregó. Una capa de polvo cubrió a las personas que escapaban y la zona amaneció hoy con decenas de autos y árboles tapados por el polvo, consigna Ansa.
"Podría haber sido una tragedia con más costo de vidas porque miles de personas están en esos edificios y circulan por esa zona a la tarde", dijo hoy Gustavo Cunha Melo, especialista en catástrofes y planificar operaciones en zonas de riesgo.
Otros testigos, según cita Reuters, escucharon un crujido de las estructuras y vieron la caída de yeso antes del colapso de los edificios, lo que causó pánico en las calles.
"Fue como un terremoto. Primero comenzaron a caer algunos pedazos de los edificios. La gente comenzó a correr. Y entonces todo se cayó de una vez", dijo a Reuters un testigo que se
identificó como Gilbert.
Un hombre dijo que estaba en el décimo piso y que corrió hacia abajo por las escaleras justo a tiempo para escapar del colapso.
"Mi esposa estaba adentro. Hablé con ella justo antes del colapso", afirmó entre lágrimas otro hombre a reporteros de televisión. Los edificios eran usados en su mayor parte para oficinas durante el día y estaban casi vacíos al momento del desastre.
MALA INFRAESTRUCTURA
Río de Janeiro lucha por atender las preocupaciones sobre su decrépita infraestructura, suministro de energía poco confiable y deficiente transporte público mientras se prepara para recibir a eventos deportivos globales.
La construcción y renovación de 12 estadios para la Copa Mundial del 2014 está retrasada y existe preocupación con respecto a que los repletos e ineficientes aeropuertos de Brasil no estén preparados para recibir a los hinchas deportivos que se espera que viajen a Brasil para ambos eventos.
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