Socio director de Genesis Partners: "Hay que solucionar el déficit con integración público-privada"
"El promedio de camas por cada mil habitantes del país es la mitad de lo que tienen los países en la Ocde", explica Rodrigo Castro.
Rodrigo Castro, socio director de Genesis Partners, plantea que la compra de camas y servicios a clínicas da cuenta de una colaboración entre los sistemas público y privado, conducentes a satisfacer las necesidades de la población y el déficit de la red asistencial estatal.
¿La disponibilidad de camas públicas es deficiente?
El promedio de camas por cada mil habitantes del país es la mitad de lo que tienen los países en la Ocde. Es un estándar que no dice tanto, considerando que pueden hacerse algunos ajustes y considerar mejoras de gestión en el uso de las camas disponibles, pero ese es el dato grueso. Y evidentemente se requiere avanzar en cerrar esa brecha de infraestructura y equipamiento de camas. Eso es algo necesario.
¿Qué le parece el aumento en la compra de camas?
El modelo de atención de salud en Chile está orientado a que haya integración público-privada, para el mejor uso de los recursos. Muchas veces no se requiere inversión pública cuando hay cierta capacidad ociosa en el sector privado. Y viceversa: si hay cuellos de botella en el sector privado, debiera ser posible usar la infraestructura pública. En ese sentido, la integración debe entenderse desde el punto de vista de un uso de infraestructura y equipamiento que tienda a hacer más eficiente el uso de los recursos, que son escasos.
Existen críticas referidas a que los costos del sistema privado son mayores que los del público, por lo que podría no ser eficiente...
Los costos del sector privado o sus precios son distintos, mayores, porque el público tiene sus precios fijos, pero de forma artificial. No da cuenta realmente del costo económico del uso de su infraestructura, personal, camas, pabellones, etc. Ahí existe un precio sombra, un dato oculto. En el sector privado este dato se sincera. La crítica es atendible, pero desde el punto de vista económico es mucho más rentable socialmente tener una mirada integral de la infraestructura a nivel nacional, que considere hospitales, clínicas y centros médicos. Esa debería ser la mirada de Fonasa. Así, lo que debe tener la compra es mayor eficiencia, y en eso se ha estado avanzando.
¿De qué manera?
Habitualmente se compran camas, pero en 2015 Fonasa implementó una estrategia en la licitación que consiste en que el privado solucione integralmente el problema de salud del paciente. Es muy distinto que la licitación compre una cama por $ 600 mil diarios y sin tope de días, a definir un pago fijo por una solución. En esa lógica se alinean los incentivos, porque el prestador tratará de hacer las cosas lo más eficientemente para solucionar el problema de salud. Pero cuando licitas camas, no hay incentivo en lograr una menor estadía, porque mientras más gaste el paciente, más van a pagar.
¿Cree que los nuevos hospitales podrán corregir la falta de camas?
Hay un problema de plazos. Los hospitales toman al menos cuatro años en construirse. En el intertanto, hay que solucionar el déficit con la integración público-privada y, como solución de largo plazo, también uno debiera tener una mirada integral. Tal vez no se requiere tanta inversión en hospitales y se podría aprovechar esta integración para que Fonasa siga comprando soluciones en el sector privado, porque si uno ve la realidad de camas disponibles, hay cierta estacionalidad, y tener capacidad ociosa en el privado permite al sistema público echar mano, pero no como solución parche, sino como una mirada a largo plazo.
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