Unión de Masvida y Southern Cross peligra tras mes de retraso
EMV aún no renueva garantías y continúa pendiente una baja en los precios de arriendos de centros médicos, dos requisitos claves.
De acuerdo al cronograma inicial con el que se cerró el acuerdo que llevaría a Masvida y Southern Cross a hacerse socios, la operación de aumento de capital debería haber finalizado el pasado 5 de enero de este año. Sin embargo a una semana de cumplir un mes de atraso, la operación está no sólo lejos de concretarse, sino que -de acuerdo a cercanos al proceso-, podría incluso caerse.
Ello porque a la fecha la empresa liderada por el doctor Claudio Santander no logra cumplir con ninguna de las condiciones para materializar el aumento de capital y el crédito puente que buscaba revertir la delicada situación financiera de Empresas Más Vida (EMV) y que fueron parte del acuerdo cerrado en noviembre del año pasado.
A los problemas para cumplir con la renegociación de las garantías -que constituye una de tales condiciones en las últimas semanas se sumó una nueva complicación relacionada a otra de las exigencias del convenio. Se trata de la renegociación de contratos de arriendos con los Fondos de inversión privados (FIP) dueños de centros médicos en los que Masvida es propietario y arrendador.
Fuentes cercanas a este conflicto afirman que la tensión entre los fondos y Masvida es cada vez mayor, sin que hasta ahora se haya alcanzado algún tipo de acercamiento para lograr una rebaja a los precios de arriendos, clave para cumplir esta segunda condición.
Los problemas serían particularmente serios en el caso del Centro Médico Manuel Montt, donde Masvida es dueña del 33,5% de la propiedad a través de MV Clinical.
El resto se divide en doce fondos de inversión, siendo los de mayor participación accionaria Inversiones Santa Teresa (17%); Inversiones Tarascona Corporation (14,8%); Inversiones JBH (10,6%); Inversiones Calbuco (5,5%) y AD Capital (4,3%), con quienes hasta ahora no logra acordar una salida satisfactoria para ambas partes.
Además de estas condiciones, Masvida debería haber avanzado en el due dilligence suplementario y el cierre de la documentación y reorganización societaria, con lo que tampoco ha podido cumplir.
Finanzas
Mientras tanto, la situación financiera de la empresa continuaría complicándose.
Si bien la firma habría logrado cumplir con las exigencias de garantía de la Superintendencia de Salud, cercanos a EMV afirman que ésta aún no logra transparentar sus cifras financieras, particularmente de deuda, para convencer a la banca de renegociar las garantías o cursar nuevas boletas. De hecho, continuarían congelados los otorgamientos de nuevos productos a la entidad.
Dada la imposibilidad de cumplir con los requisitos del acuerdo con Southern Cross, Masvida estaría buscando iniciar nuevas conversaciones con interesados. Sin embargo la complejidad de las cifras dificulta los avances en cualquier negociación.
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