Valles de Curicó: Destino enoturístico en Chile

La Ruta del Vino Valles de Curicó, ubicada a sólo 200 kilómetros al sur de Santiago, es uno de los destinos enoturísticos preferidos de Chile.

La ciudad de Curicó es una provincia llena de encanto, que invita a visitar el valle e introducirse en la historia familiar del vino chileno, productores de un vino singular, con cualidades extraordinarias de aroma y sabor en los más variados cepajes.

Puede conocer todo lo que envuelve al vino; sus bodegas, sus viñedos, su gente, sus paisajes y la perfecta armonía entre la gastronomía típica de la zona y el vino curicano, situado en un contexto incomparable en el que se podrá disfrutar de una gran variedad de atracciones turísticas en lugares cercanos a la ciudad.

La ruta es una oferta turística que pretende fomentar el turismo desde la Cordillera de los Andes hasta las Costas del Pacifico. Se conocerá las localidades de la Montaña de Teno, Pre Cordillera Los Queñes , Reserva Nacional Radal 7 Tazas, Pueblo de Vichuquén y Balneario de Iloca.

Cinco programas turísticos de cordillera a mar:

VINO Y AVENTURAS CULINARIAS: Visitas a viñedos, cata de aceite de oliva y viaje a Hostal Gastronómico Mapuyumpay, con clases de cocina y maridaje, un descanso sin igual en un lugar excepcional.

VINO Y CORDILLERA DE LOS ANDES: Ruta que combina recorrido por senderos rodeados de naturaleza, inmersos en una rusticidad puramente atractiva y que tiene como eje el apasionante mundo del vino.

VINO Y NATURALEZA EN RADAL 7 TAZAS: El vino y su encuentro pleno con la naturaleza, reserva nacional que se encuentra en todo su esplendor, vivir la contemplación de maravillosos bosques de flora y fauna nativa.

VINO Y LA MAGIA DE VICHUQUÉN: Recorrido por viñedos y luego un viaje a un antiguo y mítico pueblo de armoniosa arquitectura que combina; campo, cerros, bosques con casa coloniales. Además de un santuario de la naturaleza donde habitan cisnes de cuello negro.

VINO Y LOS ENCANTOS DE LA COSTA PACIFICO: El mar y la cordillera de la costa unidos para deleitarnos con excursiones en playas kilométrales. Artesanía y gastronomía local con mariscos de la zona en armonía con los vinos del Valle de Curicó.