Yo: Catalina Saavedra

LEO

Nunca fui muy buena para leer, de niña siempre preferí los libros ilustrados, a mi madre eso le inquietaba y me hablaba de la importancia de la lectura. De grande fui agarrándole el gusto pero nunca he sido fanática, sólo para nutrir mi cerebro creativo. Leer es casi como alimentarse bien. Leo muchos textos diversos por mi trabajo obviamente, pero me gustan los cuentos y los autores que me permiten imaginar mundos desde la primera página. Ahora tengo en mi velador La mujer justa, de Sándor Márai.

VEO

Trato de ver películas obviamente, he visto series increíbles y hermosas pero no soy adicta, por suerte nunca lo he sido, a nada. También para desestresar mi mente, y a pesar de que critico mucho a las teleseries, cuando puedo veo Perdona nuestros pecados. Me gusta ver a mis colegas cuando le ponen color, hay muy buenos actores ahí. Y no me canso de desear una mejoría en contenidos, técnica y estética para estos productos que llegan a tanta gente.

ESCUCHO

Me ha dado por escuchar la Radio Beethoven, siento que me sirve como terapia de relajación. Es increíble cómo la música clásica te llega directo a la mente y al corazón. También he escuchado harto últimamente el disco de Angelito y Javiera Parra, Las últimas composiciones de Violeta. Hermoso. Y mis favoritos de siempre que son vari@s: Beatles, Manuel García, Bosé, Silvio, J. González...

SIGO

Soy una chupasangre de cosas que me inspiren. Solapadamente a veces, sigo sobre todo a fotógrafos, a dibujantes, a la gente que hace cosas con sus manos: Mauricio Garrido, Papas Fritas, la gente de Aplaplac, mis amigos músicos… Este es un país de gente muy creativa, hay muchos a quienes seguir y espiar.

CREO

En términos religiosos, en nada. La única que podría inspirarme un poco es la religión budista. Creo ingenuamente en el hombre aún. Dios me ha demostrado que no existe con tantas aberraciones. Una lástima.

TOMO

Poco y eso me hace ser fome para much@s: en un país de alcohólicos una abstemia no tiene mucho brillo, pero no me importa.

ODIO

Hago como que odio mucho pero creo que nunca he sentido odio verdadero. Detestar es una mejor palabra para mí. Detesto el fascismo, el racismo, la xenofobia, el chovinismo, a los nazis y todo ese pensamiento que prevalece aún en pueblos como este. Detesto la injusticia, la desigualdad, la tontera extrema, que se use la ignorancia como un arma. Detesto a la derecha.

VIAJO

¡He viajado mucho! Pero detesto cada vez más el desplazamiento aéreo. A veces me gustaría tener harto dinero sólo para ir donde se me plante en primera clase. Es caro viajar, aunque se diga que cada vez menos. Pero qué manera de abrir la mente el solo hecho de cruzar la cordillera. Espero que mi próximo destino sea el Oriente. Occidente ya no me atrae mucho: somos todos iguales, o casi.

ADMIRO

A mi familia, a mis hermanos, a mis padres. A los Sieveking/Castro, mis amigos con los que he aprendido de consecuencia, calidad artística, sencillez y prestigio. A los familiares de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos que a pesar de la tremenda tristeza nunca han dejado la lucha.

PRACTICO

Desde hace más de un año hago pilates, me ha hecho muy bien. A mi mente y a mi cuerpo. Han resurgido de entre las grasas estupendos músculos y abdominales que daba por perdidos.