Aumento de contagios en el país
Si bien es un hecho que el virus seguirá presente y se espera un aumento de casos en las semanas venideras, preocupa la caída en el ritmo de las dosis de refuerzo, considerando que la vacunación ha sido la principal arma para contener los efectos de la pandemia.
El número de contagios de coronavirus ha ido en franco aumento en las últimas semanas, lo que se ha traducido en que 95 comunas del país -incluida la totalidad de la Región Metropolitana (RM)- retrocedieron a fase de Medio Impacto Sanitario, conforme el nuevo esquema del plan Paso a Paso.
Aunque la situación no ha alcanzado los niveles críticos que se observaron en olas previas -con las UCI al borde de la saturación y un alto número de fallecidos diarios-, diversos estudios coinciden en que durante las próximas semanas se verá un aumento considerable en el número de contagios. Para el caso de la RM, los últimos reportes muestran que el aumento semanal de casos activos se incrementó en más de 50%. El panorama, sin embargo, podría tornarse mucho más complejo, ya que el aumento de casos a nivel nacional tiene lugar cuando se está entrando a la época más fría del año, y cuando otros virus -como la influenza- han aumentado su nivel de circulación.
El fenómeno que se observa en Chile también se está replicando en otras latitudes. Estados Unidos experimenta en estos momentos un peligroso aumento de casos -con más de 100 mil contagios diarios-, donde la principal responsable es una subvariante de Ómicron, altamente contagiosa y cuya presencia también se ha detectado en el país. En el caso norteamericano y otros países del hemisferio norte se ha visto una preocupante relajación en las medidas de prevención; en particular, una significativa caída en las dosis de refuerzo, indispensable para mantener suficientes anticuerpos.
En el caso de Chile, todo parece indicar que se está siguiendo una trayectoria similar, a la luz de la ralentización en las dosis de refuerzo. De acuerdo con un reporte de la Universidad San Sebastián, solo el 12% de la población entre 18 y 29 años tiene su cuarta dosis al día, mientras que en los segmentos que siguen si bien las cifras mejoran, distan de ser satisfactorias. A nivel de población objetivo (mayor de 18 años), los registros del Ministerio de Salud indican que apenas algo más de cinco millones de personas han recibido la “cuarta dosis”.
Hay plena coincidencia en que el proceso de vacunación ha sido uno de los grandes activos del país para enfrentar la pandemia, permitiendo una sustancial caída en casos UCI y fallecidos a causa del virus. Este debilitamiento del proceso -en lo cual incide la caída en la percepción de riesgo en la ciudadanía- es ciertamente una mala noticia, lo que debe ser corregido prontamente por las autoridades de Salud, que se han visto algo laxas para concientizar a la población sobre la importancia de la vacuna.
Un paso en ese sentido es la determinación de que a partir del 1 de junio se bloquearán todos los pases de movilidad que no tengan la “cuarta dosis” al día, lo que ha llevado a que en estos días se observe un aumento en las inoculaciones. Pero para que la medida tenga efecto, es indispensable que el pase de movilidad sea exigido en forma más estricta en los distintos establecimientos o lugares donde hay alto flujo de público.
Perder el ímpetu de la vacunación puede conllevar riesgos mayores para la salud en los meses venideros, pero además puede generar importantes trastornos en actividades productivas, en particular por la disminución de aforos que implica el retroceso de fases, riesgos que el país no se puede permitir.
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