Buenas noticias para la renta fija
A pesar de que la incertidumbre respecto a la velocidad de la recuperación económica se mantiene, dada la imprevisibilidad de la pandemia y el deterioro observado en los mercados laborales, creemos que la visibilidad ha aumentado de manera relevante y el 2021 presentara atractivas oportunidades.
El año del COVID-19 llega a su fin y con esto la esperanza de dejar atrás las noticias de recesión económica, cuarentenas, quiebras, entre otros términos que nos acompañaron este año. Y llega el 2021... ¿el año de la vacuna? La comunidad científica pareciera estar de acuerdo y ciertamente también los mercados. Esto explica que, a pesar de las negativas noticias relativas a mayores confinamientos en Europa y Estados Unidos, los mercados han mantenido un fuerte apetito por riesgo, impulsados por los altos niveles de efectividad de las vacunas.
Para el mercado de renta fija corporativa latinoamericana estas son muy buenas noticias de cara al 2021. En un contexto de recuperación económica global y tasas que se mantendrán bajas por un buen tiempo, la búsqueda de rentabilidad muy probablemente se traducirá en mayores flujos hacia mercados emergentes. Esta clase de activo mostró una fuerte resiliencia durante la crisis con positivos retornos este año (CEMBI Latam ha rentado 8.53%), pero aún se mantiene atractiva versus otros mercados emergentes como Asia o medio oriente y también si la comparamos con el mercado de renta fija estadounidense.
Dicho esto, es innegable que, luego del fuerte rally de los últimos meses, encontrar opciones atractivas se vuelve más desafiante y en muchos casos implica tomar algo más de riesgo. Pero creemos que existe espacio para esto por varias razones. En primer lugar, a pesar de la magnitud de la crisis, el fuerte soporte fiscal y monetario se tradujo en la ausencia de quiebras sistémicas, con casos aislados y en general acotados a industrias fuertemente golpeadas por las restricciones de movilidad (por ejemplo, turismo y transporte). Las compañías enfrentaron estas crisis mejor preparadas, luego de varios años de tasas bajas que les han permitido reducir costos financieros y mejorar los perfiles de vencimientos de deuda. Las tasas de incumplimiento del CEMBI Latam alcanzaron niveles de 10.6% el año 2013, con la quiebra de constructoras mexicanas y la empresa Petrolera OGX en Brasil y 9.2% el año 2016 con todo el caso Lava Jato en Brasil y la caída en los precios de petróleo. Este año, se espera que la tasa no supere el 5%. Adicionalmente, los resultados corporativos del segundo y tercer trimestre nos entregaron bastante visibilidad respecto al manejo de la crisis por parte de compañías y, en general, los resultados han mostrado una recuperación más rápida a la esperada. Con todo, a pesar de que la incertidumbre respecto a la velocidad de la recuperación económica se mantiene, dada la imprevisibilidad de la pandemia y el deterioro observado en los mercados laborales, creemos que la visibilidad ha aumentado de manera relevante y el 2021 presentara atractivas oportunidades.