Caída de Chile en Libertad Económica

Costanera Center

Es una señal de alerta que el país haya caído a su peor posición desde que se elabora el ranking, perdiendo su lugar de liderazgo dentro de la región, lo que demanda un pronto cambio de rumbo.



El último ranking global de Libertad Económica, elaborado por el instituto canadiense Fraser, no ha traído buenas noticias para nuestro país. Dos “hitos” resaltan en esta medición: Chile se ubicó en el lugar 33 a nivel global, lo que supone un considerable retroceso de cuatro puntos respecto de la posición que ostentaba en 2021, marcando dos años de caída consecutiva, y su peor posición desde que se elabora esta medición. Además, la economía nacional perdió su liderazgo dentro de América Latina, quedando ahora en el tercer lugar, superado por Costa Rica y Guatemala.

Si bien Chile continúa estando dentro del cuartil de economías más libres del mundo, el país ha venido sostenidamente retrocediendo en el ranking, muy lejos ya de lo que se observaba en 2010, cuando Chile se ubicaba en el top ten, junto a varias de las economías más desarrolladas del mundo. Esta pérdida de liderazgo en una materia tan relevante para el desarrollo debe ser motivo de especial preocupación, porque en la medida que las empresas y los ciudadanos van perdiendo espacios de libertad económica en desmedro de la injerencia estatal y un aumento de las regulaciones, los habitantes ven deteriorada su calidad de vida y se hace más difícil la tarea de extender los niveles de bienestar a una mayor parte de la población.

La medición de 2020 ha estado fuertemente influida por la pandemia de coronavirus, la cual ha traído como consecuencia -además de masivas pérdidas de vidas humanas- un importante incremento en las regulaciones, así como en el gasto público. De las cinco grandes áreas que mide este ranking -donde a su vez se consideran más de 40 variables-, Chile empeoró en todos, donde los mayores retrocesos en cuanto a caída en el ranking respecto de la medición 2021 se dieron en estabilidad de la moneda (pasando del lugar 19 al 39) y regulación crediticia, laboral y de negocios (de 93 a 110).

Ha sido evidente que en nuestro caso se han establecido estrictas barreras que impidieron durante mucho tiempo la llegada de extranjeros al país, así como ingentes cantidades de recursos, donde cabe contar no solo los miles de millones de dólares que se inyectaron producto de los retiros desde las AFP, sino también los cuantiosos subsidios y ayudas fiscales, que llevaron a un fuerte incremento de la cantidad de dinero y el consecuente aumento de la inflación. Todo ello incide de manera importante en la estabilidad de la moneda. En cuanto al retroceso en materia regulatoria, de acuerdo con el Instituto Libertad y Desarrollo -que colabora con el levantamiento de datos para la confección del índice- incide sobre todo la creciente dificultad para obtener permisos en nuevas inversiones y negocios, sobre todo en el área medioambiental.

No es casualidad que entre los países con menor libertad económica del mundo se encuentren Argentina y Venezuela, fruto de regulaciones que han asfixiado la economía y que han llevado a que los niveles de inflación se encuentren entre los mayores del mundo. Aunque aún lejos de esas realidades, Chile enfrenta una serie de potenciales amenazas a su modelo de desarrollo que han llevado a un estancamiento de la inversión y a un fuerte freno de su potencial de crecimiento. Todavía es tiempo de corregir este rumbo, y una prueba de fuego para ello será la moderación en el tono de las reformas estructurales que están hoy en debate, así como el diseño del nuevo marco constitucional.

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