SEÑOR DIRECTOR:
En un confuso punto de prensa en que el Presidente Boric ofreció responder “todas las preguntas”, contestó 13 veces “no sé”, nueve “desconozco” y ocho veces “no tengo información”.
Enfatizando reiterativamente su compromiso con la transparencia, los derechos de las mujeres y la independencia de la justicia, reconoció que supo del acceso (ilegal) a las cámaras por parte del exsubsecretario el mismo martes y no pudo explicar la peculiar forma de dilatar la materialización de la renuncia.
En una conferencia de prensa aún más confusa, la vocera de gobierno se esmeró en blindar al Presidente de posibles ilícitos, como no denunciar el tema de las cámaras; el instruir el viaje a Concepción que el exsubsecretario realizó en avión fiscal, o el incumplimiento de la Ley Karin.
Respecto de lo más grave, el por qué no removió al exsubsecretario el mismo martes, la inconsistencia es manifiesta y la duda más que razonable.
Los cambios discursivos del Presidente y del gobierno -algunos por cierto muy positivos- han sido materia de debate; pero este episodio revela una dimensión mucho más profunda de la inconsecuencia entre la narrativa y conducta del gobierno, la que no puede ser evadida acusando aprovechamiento político.
Luis Pardo Sáinz
Director ejecutivo Instituto Libertad
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