Codelco, ¿la mejor preparada para el litio?
El reconocimiento del presidente de la propia empresa, en cuanto a que es una compañía “lenta” para la toma de sus decisiones estratégicas, lleva a preguntarse por la pertinencia de haberle encomendado el desarrollo de la industria del litio.
Recientemente se conocieron los magros resultados financieros de Codelco durante 2023. La producción de cobre cayó un 8,4%, los costos subieron en igual proporción y el Ebitda se redujo en 26%. A su vez, los gastos financieros y el endeudamiento continuaron aumentando, lo que condujo a una pérdida de US$ 591 millones.
Consultado el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, sobre las razones que explican estos resultados, hizo una inusual autocrítica. “Es una empresa que tiene que acelerar su proceso de toma de decisiones. Es una empresa pesada, es una empresa lenta (…) Nos retrasamos en esas decisiones y le generamos un tremendo estrés a nuestro balance financiero, y también un tremendo estrés a nuestra capacidad de ejecutar proyectos (…) La principal lección que hemos sacado es que tenemos que acelerar nuestro proceso de toma de decisión”.
Llama la atención el reconocimiento de Pacheco de que hay lentitud en Codelco para la toma de decisiones estratégicas, considerando que solo hace unos meses defendió el rol de la minera estatal en el desarrollo de la industria del litio, al preguntarse “¿qué empresa está mejor preparada que Codelco para el negocio del litio en Chile?”
Si bien nuestro país tiene una posición de liderazgo en el mundo en materia de reservas y producción del mineral, Chile no corre solo y la competencia está lanzada. Al respecto, cabe tener presente que China, Argentina, Estados Unidos y Canadá en su conjunto cuentan con el 26% de las reservas mundiales de litio.
La historia reciente confirma que Codelco no ha sido una empresa ágil en el desarrollo del litio. Basta recordar que en 2017 la Presidenta Michelle Bachelet anunciaba que Codelco estaba en proceso de búsqueda de un socio estratégico para explotar el salar de Maricunga y Pedernales. Hasta la fecha no cuenta con un socio privado y tampoco ha extraído una sola tonelada de litio de ninguno de los dos salares.
Es difícil comprender que con las dificultades que enfrenta Codelco en su negocio principal -donde si bien es un actor de talla mundial, también es un hecho que la empresa ha sido lenta en sacar adelante sus propios proyectos estratégicos- ahora el gobierno la utilice para el desarrollo de otra industria, como el litio, que no conoce y distrae a la empresa de su función principal, que es maximizar el valor de su pertenencia de cobre.
El sector privado, tal como lo ha promovido Australia, podría estar participando activamente en el desarrollo de los nuevos proyectos, de haber optado por un modelo sin control estatal. Pero en las definiciones del gobierno ha primado el control del Estado, liderado por Codelco, y también por la Enami, otro actor que tampoco parece estar preparado para enfrentar con agilidad los enormes retos que supone el desarrollo de la industria del litio.