Columna de Cristián Valenzuela: Tohá, el rostro de la impunidad
A las 9 de la noche del miércoles 14 de agosto, el Presidente Boric, acompañado de la ministra Tohá y el delegado metropolitano dieron inicio al Plan Enjambre. Caminando, sin boina, Boric y Tohá llegaron a una explanada en San Miguel, donde cientos de funcionarios, vehículos con balizas encendidas y delegaciones formadas esperaban el inicio de una presuntuosa operación policial. A los cuatro días, ya había ocho muertos en la Región Metropolitana. Entre el lunes y el viernes en la mañana, se sumaron ocho más. El viernes, después de almuerzo, una balacera en Puente Alto, con dos muertos, terminó redondeando la cifra semanal en 18 homicidios, coronando con “éxito” la operación Enjambre.
¿De qué sirvió el show del Presidente Boric en San Miguel? ¿Cuántas muertes se podrían evitar si cambiamos la grandilocuencia y fanfarronería que exhibe el gobierno por medidas efectivas?
El año 2022 fue el año con más homicidios en la historia de Chile. El 2023, si bien la cifra bajó levemente, el nivel de violencia y la percepción de la delincuencia solo siguieron aumentando. Y así como vamos, el 2024 promete ser uno de los más sangrientos de nuestra historia. Chile era el país más seguro y tranquilo de Latinoamérica, y ahora avanza, sin control, a convertirse en uno de los más peligrosos del continente. El crimen organizado y el narcotráfico avanzan sin restricciones y los chilenos, antes libres, ahora tienen miedo y no pueden vivir tranquilos y en paz.
¿Quién está a cargo de enfrentar la crisis de seguridad? La ministra Carolina Tohá y sus fieles subsecretarios: Manuel Monsalve y Eduardo Vergara. Si fuera por las cifras y datos, este trío se convertiría en el gabinete de seguridad más fracasado de nuestra historia. Comisiones, comités, mesas y mesitas; agendas integrales, planes comprehensivos y el famoso fast track legislativo que va en el 2.0; aumentos de presupuestos y frases grandilocuentes a granel. Puro humo, pura challa, cero efectividad.
Un gobierno sin carácter, sin convicción y sin liderazgo, que ha sido incapaz de frenar la crisis de inseguridad ni de detener el avance del narcotráfico y el crimen organizado. Los chilenos perdieron completamente su libertad: ya no salen de noche ni caminan solos; ya no disfrutan de actividades al aire libre en familia; ya no confían en nada ni en nadie. Ya no pueden emprender, invertir y ni siquiera soñar.
En el sur, el terrorismo se mantiene a raya solo gracias a la labor de las Fuerzas Armadas, las mismas que ellas desdeñaban, que llevan implementando un estado de excepción que, lejos de ser excepcional, se convirtió en la regla general. Y más encima ellos se sienten orgullosos de la disminución de delitos, como si fuera obra de ellos y sus planes.
En el norte, la inmigración ilegal continúa traspasando nuestras fronteras de manera descontrolada, alterando rutas, pero no dejando de perforar nuestra soberanía nacional. El mejor regalo que tienen los cientos de miles de inmigrantes ilegales que ya entraron; los cientos que diariamente no reconducen, porque cambiaron los decretos que los posibilitaban, y los cientos de miles que podrían seguir viniendo, luego de la consolidación de la dictadura venezolana, es tener a Tohá como ministra y su absoluta incompetencia a la hora de proteger nuestra frontera.
Y en este contexto desastroso, un grupito de creativos (y aparentemente malos amigos) de Carolina Tohá creen que puede ser candidata presidencial. Tohá, quien ha liderado el Ministerio del Interior los últimos dos años, ha sido completamente incapaz de enfrentar la crisis de seguridad, y la evidencia, cruda y fría la golpea en la cara día a día. Carolina Tohá es el rostro de la impunidad y el símbolo de lo que no necesitamos en Chile para enfrentar la inmigración ilegal y la delincuencia, que están en etapa terminal.
¿Y a usted quién le dijo que viniera? Repetía Don Francisco cuando entrevistaba a supuestos “parecidos” que en realidad no se parecían nada. Lo mismo vale para Carolina Tohá: ¿Quién le dijo a usted que podía ser Presidenta si no es capaz de lidiar con la principal prioridad de los chilenos que es la seguridad?
“Si me está preguntando si voy a ser candidata, no lo puedo responder”, dijo Tohá consultada sobre su opción presidencial. Mejor, ahórrese y ahórrenos el tiempo a todos nosotros, porque cuesta creer que los chilenos vayan a elegir como Presidenta a quien ya fracasó en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico.
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